Con una pluma musical de piano inspirada y dedicada a los más pequeños de la casa, la artista Vilma Sánchez lanza su primer disco en solitario llamado “Escenas Infantiles” bajo los géneros de Clásico romántico, impresionista y nacionalista.
Con la inquietud de dejar un legado auditivo, para las presentes y futuras generaciones pianistas del país, Vilma Sánchez se esmeró en producir este disco, basada en la inspiración de su pequeño nieto, Miguel Ignazio, luego de experimentar una profunda emoción al volver a sentir lo que vivió como madre, ahora desde otra circunstancia, como abuela, lo que le permitió conocer otra dimensión del amor. “Los nietos son una nueva oportunidad de amar incondicionalmente, con más madurez, los detalles como contar un cuento, cantar una canción, jugar, pasear, se tornan más importantes. De ahí nació la necesidad de plasmar esas sensaciones en audio”, aseguró Sánchez.
Las obras seleccionadas para esta producción musical, conjugan perfectamente las sensaciones propias de los niños, como la alegría, el amor, el sueño, el miedo, incluso con juegos infantiles, leyendas y cuentos. Son obras descriptivas, desde diferentes perspectivas que la artista ya conocía anteriormente. Schumann hace una introspección a su propia niñez en sus Escenas Infantiles op.15. Debussy le dedica su Children´s Corner a su única hija, Chou-Chou, y a sus juguetes (Jumbo´s lullaby es una canción de cuna para el elefante de peluche de Chou-Chou), y las 17 piezas Infantiles de Antonio Estévez recrean los juegos, las historias, las leyendas y la poesía de la Venezuela del siglo XX en sus inicios, además de un homenaje a las raíces venezolanas con sus ancestros Indio, Blanco y Negro, al inicio de la obra.
La pianista pudo encarnar y hacer realidad este sueño anhelado, a través de la producción musical de Yonathan “Morocho” Gavidia. Es una obra totalmente producida, grabada, mezclada y masterizada con un equipo de alta calidad, tanto técnico como humano y hecha absolutamente en Venezuela, lo cual ha sido motivo de mucho orgullo para ella.
El público encontrará historias, cuentos, juegos, canciones de cuna, nieve, sol, leyendas. Es un viaje al interior de cada persona, para reencontrarse con su niño interno, para recordar bellos momentos. Es una música refrescante por su sencillez, y a la vez cargada de amor, ilusión e inocencia. El disco físico está a la venta a través de su página web, www.vilmasanchezaff.com.ve y en la tienda Art-mavie C.A. También como descarga digital en Itunes e Ichamo.
Datos de Vilma Sánchez
Vilma Sánchez ha pertenecido al Sistema de la Orquesta Sinfónica Juvenil Venezolana desde muy joven. Estudió violín unos años, para poder ser parte de la Orquesta Juvenil de Barquisimeto, su tierra natal, como violinista hasta que se tuvo la oportunidad de ser pianista de la misma.
La Simón Bolívar siempre fue una de las orquestas más admiradas por ella. En el año 2002, luego de vivir unos años en México, a su regreso a Venezuela, se abrió una audición para el cargo de pianista de la Bolívar y desde entonces luego de esa presentación, ganó el puesto para lograr experimentar una oportunidad maravillosa, como músico e intérprete del piano de la Orquesta más importante de Venezuela, que ha dejado el nombre de nuestro país muy en alto en cada uno de los escenarios que han pisado, tanto nacionales como internacionales.
Vilma Sánchez es soñadora, sensible y persistente. Cree en el poder del amor y cree que en manos de Dios, no hay nada que temer. Es muy consciente de lo que hay más allá de las notas, siempre trata de establecer una conexión con la obra a interpretar, para profundizar en el mensaje que puedo dar y recibir. Como intérprete, es el canal de expresión de la música, y debe estar dispuesta a ello.
La música es su verdadera escuela. Como lenguaje que es, transmite mensajes y conocimientos. Los grandes compositores dejaron prácticamente su vida en cada una de sus composiciones, como intérprete y pianista, cada vez que Sánchez estudia una obra, trata de conectarse más allá de las notas, para estar atenta al mensaje que pudiera percibir. Así cuando escucha una sinfonía de Beethoven, aprende algo de su pensamiento, de su sentir espiritual. Por ejemplo, Beethoven estaba completamente sordo cuando compuso su mundialmente famosa Novena Sinfonía, cuyo coro en el cuarto movimiento, es un canto a la hermandad y al amor entre los seres humanos. Allí, ha podido sentir que, a pesar de la frustración que seguramente sentía su admirado Ludwig por su sordera física, en su corazón había amor, sensibilidad, alegría de vivir y fe. “Esos sentimientos no desaparecieron, aunque tal vez, los haya escondido detrás de una fachada áspera. A través de su música, los puso de manifiesto. Sólo un alma conectada con Dios podría haber escrito tan maravillosa obras sin poder escuchar sonido alguno, sólo lo que sonaba en su cabeza. Y Beethoven no es el único caso. Lo que sí es cierto es que quienes lograron esa conexión, permanecen vivos, a través de su música” asegura la pianista Vilma Sánchez.
Nota de prensa