Se suele referir a régimen autoritarios con vocación totalitaria como el chavista como orden totalitario o momento totalitario. Pero nada más alejado de la realidad, lo que estamos viviendo es un verdadero desastre. Se me reclamará que eso es lo que pasa en Cuba que es nuestra Metrópoli: pobreza, la población pasando hambre por escasez de alimentos y servicios. Si. Pero, en Cuba hay orden, ahí los Castros menos uno están en control de la situación todo lo que pasa está controlado de verdad verdad por el régimen.
Lo que pasa en Venezuela es una vorágine de destrucción que ha acabado con lo que restaba de país en menos de tres años de gobierno de Nicolás Maduro. Esa versión de que esta situación de hecatombe económica y social es una situación planificada por los genios del PSUV para controlar políticamente a la población es un cuento paranoico con el que por supuesto no estoy de acuerdo. Esta situación de holocausto es el producto del afán de permanecer eternamente en el poder con la tecnología política cubana de un militar carente todo criterio económico, social y ético. Esta versión es la que le conviene difundir subrepticiamente al régimen para hacer ver al zurdo como un genio y gran estratega de la política.
Pero la situación del país es demasiado grave, estamos frente a un encierro psicótico difícil de tolerar para la ciudadanía; los estimados de inflación persisten en una proyección por encima del 700% para este año, con el dólar negro disparado y con las condiciones de inseguridad que mantienen aterrada a la población indefensa frente a un hampa desbordada. A esto se agrega la escasez de dinero en efectivo y las restricción que la banca impone para otorgar dinero por cajero y por las taquillas bancarias. Un verdadero coctel de incertidumbre y desesperación para una población en un mes en que se disparan las compras, la inflación y la necesidad de efectivo.
Frente a esta realidad sombría la situación política tampoco aparece prometedora. El llamado “dialogo”, no genera expectativas positivas porque la credibilidad de las banda de los siete es muy baja y porque la oposición ha fallado en su política comunicacional frente a ese encuentro con el régimen y de cuáles son los acuerdos realistas que se pueden alcanzar.
Es necesario retomar una vía constitucional, democrática, pacífica y electoral que le dé una salida a la situación de caudaloso descontento que crece de manera preocupante entre los diversos sectores de la sociedad civil. Creo que es necesario reimpulsar la propuesta del Referendo Revocatorio que como han planteado Leopoldo López, Henrique Capriles y Julio Borges, está vivito y coleando y es de las pocas alternativas que se pueden implementar de manera legal y legitima para satisfacer el deseo de 93% de la ciudadanía que quiere un verdadero cambio político.
La situación de la economía en el 2017, estará dominada por un cuadro hiperinflacionario como se está perfilando desde ahora, agudizando todo el cuadro de escasez, pobreza, inseguridad, déficit de los servicios públicos, destrucción productiva, que apoyará un inmenso descontento que buscara una salida natural o legítima. No creo sea una exageración plantear que la situación venezolana de hoy es de pronóstico reservado.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog