Recientemente el diputado Freddy Guevara presentó en la Asamblea Nacional evidencias que involucran directamente a Rafael Ramírez, quien fuera presidente de PDVSA desde el 2004 hasta el 2014, en el caso de corrupción más grande en la historia de nuestro país, en el que hasta los momentos demuestran un desfalco a la nación por 11 mil 271 millones 148. 806 dólares.
Un monto superior a la deuda que mantiene el Estado al sector de alimentos, mayor al presupuesto de 5 países centroamericanos, e incluso dobla la suma necesaria para cubrir las necesidades de medicina e insumos para la salud que hoy en día escasean en las farmacias de nuestro país, con este dinero se pudo cubrir por 6 meses la canasta básica para los 30 millones de venezolanos, o cubrir 225 años de presupuesto para las universidades autónomas. Pero prefirieron dirigir estos montos para el bolsillo de pocos.
Pruebas que estaban, archivadas, con informes preparados en la comisión de contraloría de la Asamblea Nacional, que nunca fue investigado, ni presentado a los organismos competentes para hacer justicia y recobrar el dinero de la Nación. Lo cierto es que en Estados Unidos se adelanta una investigación por lavado de dinero, donde 3 venezolanos han confesado que estafaron al país con dinero de PDVSA, y en nuestro país no se haya levantado una investigación.
Además hay evidencia de que la empresa petrolera fue utilizada para la legitimación de capitales, quedando al descubierto cuando investigaciones realizadas en España y Estados Unidos dieron con 4.200 millones de dólares depositados en la Banca Privada de Andorra, un monto que el juzgado español liberó para que pudiera ser repatriado, pero que al no ser reclamado por ningún organismo venezolano volvieron a congelar.
De igual manera, a través de un memorándum confidencial dirigido a Rafael Ramírez en que le alertaban la posibilidad de que se pudriera parte de la comida importada para surtir a la cadena de supermercados PDVAL, por precaria cadena de distribución que poseían. Un año después, a través de los medios sociales, descubrimos que 130 mil toneladas de alimentos se pudrieron en sus contenedores por la incapacidad de este régimen.
Es por esa incapacidad, por no querer hacer las cosas bien que la inmensa mayoría de los venezolanos quiere un cambio, porque a pesar de que ahora atravesamos por los momentos más oscuros de la historia venezolana, no podemos dejar que la desesperanza venza en nuestros corazones, porque estamos muy cerca de conseguir el cambio por el que llevamos años luchando. Estamos muy cerca de iniciar la construccion de La Mejor Venezuela.
Aarón Rodríguez Moro