Cada vez es menos el trabajo que llega a la oficina de Alejandro Coury. La caída de las importaciones así lo ha determinado. Pero desde el lunes las puertas de su negocio y las de los más de 200 administradores de la actividad portuaria que funcionan en el Casco Histórico del litoral carabobeño está paralizado como consecuencia de la inundación que se prolongó por varios días, reseña El Carabobeño.
Se trata de 80% de agentes aduanales, consolidadores de carga e instituciones bancarias que están instalados en la zona colonial de Puerto Cabello, según informó el presidente de la Cámara de Comercio de la localidad, Félix Jiménez.
El representante gremial recordó que durante los últimos 10 años, al menos una vez cada 12 meses ocurre una inundación en el lugar, “pero nunca en las proporciones actuales en las que se ha tardado tanto para drenar el agua”.
El sábado 26 de noviembre a las 4:00 p.m. se registró una fuerte precipitación por siete horas continuas que provocó que se acumulara 125 milímetros de agua. La avería de las cinco bombas de achique de Hidrocentro fue la causa de esta crisis que además de afectar a más de 700 familias causó un gran impacto en la actividad económica más importante del municipio.
Jiménez destacó que ya el sector estaba deprimido con una merma de 40% respecto al año anterior en la llegada de mercancía. “Actualmente lo poco que llega se está sacando lentamente porque si falla un eslabón de la cadena logística se interrumpe todo el proceso”.