Nicolás Maduro se ha atribuido la «victoria de la diplomacia bolivariana de paz» por los viajes realizados a países petroleros en busca de estabilizar los precios del crudo, publica ABC de España
A Venezuela no le afecta el recorte de 95.000 barriles diarios que acordó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) este miércoles. Esto se debe a que su capacidad de producción ha venidocayendo en un 30% por la falta de mantenimiento e inversión en sus yacimientos de hidrocarburos, afirman los expertos.
Pero el presidente Nicolás Maduro lo ha celebrado por lo grande al ver que la decisión de la OPEP logró un repunte de 9% en los precios tan pronto anunció la reducción de las cuotas de producción de sus miembros.
«Nuestro petróleo pasó de 38 a 42,18 dólares, solo ayer», afirmó Maduro, dando un respiro de alivio al balón de oxígeno que representa una ayuda para la aguda crisis económica y política que padece Venezuela.
Nicolás Maduro se ha atribuido la «victoria de la diplomacia bolivariana de paz» por los viajes realizados a países petroleros en busca de estabilizar los precios del crudo.
La OPEP, que calificó de «histórico» el acuerdo, el primero de reducción desde 2008, busca «equilibrar el mercado» y ayudar a aumentar el precio del barril.
En ese esfuerzo participará también Venezuela, que deberá rebajar su producción en 95.000 barriles diarios hasta una cifra total por debajo de los dos millones. Arabia Saudita hará el mayor sacrificio con 486.000 barriles menos.
«Hay mucha tela que cortar»
«El mercado está sobreabastecido y la idea es que drenemos esos inventarios para estabilizar precios y saquemos del mercado entre países OPEP y no OPEP de 1,5 a 2 millones de barriles diarios», dijo el ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio del Pino, antes del encuentro hoy del cártel en Viena.
Y según los datos anunciados este miércoles, estaba satisfecho porque esas cifras coinciden: junto a la reducción de los 1,2 millones de barriles diarios (mbd) hasta 32,5 mbd, la OPEP anunció que los otros países productores no integrados en el grupo expresaron su «compromiso» de rebajar 600.000 barriles.
Sin embargo, el venezolano Ramón Key, profesor de Economía y experto en mercados energéticos, cree que aún «hay mucha tela que cortar». Considera de Arabia Saudí al final pudiera incumplir su recorte asignado.
Key calificó de «contraproducente» que Venezuela vaya a tener que hacer un esfuerzo adicional de reducción de producción. Con reducir 95.000 barriles diarios quedará por debajo de los 2 millones (1,97), según los datos publicados por la OPEP este miércoles.
Venezuela llegó a producir 3,20 millones de barriles diarios en septiembre de 2008. A partir de ahí, la producción de crudo empezó a caer. De acuerdo a las cifras suministradas por Venezuela a la OPEP, a fines del año pasado la producción era de 2,57 mbd (millones de barriles diarios) y en agosto de este año cayó hasta 2,33 mbd.
La reducción anunciada supone reconocer que la actual es de 2,06 millones. «Es una lástima que Venezuela no haya podido negociar algo mejor, una excepción», lamentó el profesor Key.
El ministro venezolano Del Pino afirmó que espera en seis meses un precio estable entre 60 y 70 dólares. Pero no hay que contar los pollos antes de nacer, recomiendan los economistas.
Pero primero habrá que esperar a que los precios efectivamente aumenten. Luego habrá que ver cuánto y cómo beneficia a Venezuela que registra una caida brutal de 11% en su PIB, que atraviesa una grave crisis con la mayor inflación del mundo de 500% y escasez de productos básicos de 80%.
«Precio insuficiente para Venezuela»
El economista Asdrúbal Oliveros no es tan optimista como el ministro Del Pino. «El precio que se va a alcanzar es insuficiente para lo que necesita Venezuela para salir de su situación de crisis. Necesitamos un precio de al menos de 62 dólares por barril (de crudo venezolano) y estamos en 40. Y eso es un Brent (el crudo internacional de referencia) de alrededor de 70 y 75 dólares y eso no lo está previendo nadie», afirmó a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática.
Pero Oliveros considera que un aumento de precio sí sería un «respiro» para el gobierno del presidente Nicolás Maduro, que enfrenta una grave crisis económica y política.
«Cada dólar que sube el petróleo es un oxígeno para el gobierno. Cada dólar (del precio del barril) en promedio anual es 600 millones de dólares adicionales en ingresos», explicó.
Los ingresos del petróleo son la base de la economía venezolana ya que con ellos importa casi todos los productos y financia a través de la estatal Pdvsa programas sociales del gobierno de Maduro.