El pasado lunes no fue un concierto más para Alejandro Sanz. El cantante cerraba su gira Sirope Vivo y lo hizo por todo lo alto, con un espectáculo en el BarclayCard Center de Madrid que deleitó a un público de lujo dispuesto a bailar hasta la última de sus canciones y a aplaudir cada uno de los emocionantes momentos que se vivieron sobre el escenario, reseña Hola.
El más tierno de todos ellos fue, sin duda, el que el cantante protagonizó junto a su hijo, Dylan, fruto de su relación con Raquel Perera. En el repertorio no podía faltar Capitán Tapón, el tema de su último álbum que Alejandro dedica a su niño, quien incluso “canta” con él en el disco. Y, para hacer aún más especial esta canción de por sí emotiva, el artista se animó a subir a Dylan al escenario al finalizar su interpretación. El pequeño, que en verano cumplió cinco años, parecía algo tímido y adormilado, pero aun así se animó a saludar a la multitud agitando la mano desde los brazos de su papá.