Venezuela se adaptó hoy al nivel inflacionario, luego de que el Banco Central de ese país (BCV) presentara el nuevo cono monetario de seis nuevos billetes de 20.000, 10.000, 5.000, 2.000, 1.000 y 500, y tres monedas de 100, 50 y 10 bolívares.
El nuevo cono monetario venezolano hará frente a una devaluación de la moneda local fuertemente golpeada por una inflación que, en ausencia de cifras oficiales, algunos economistas estiman entre el 10.000 y 16.000 por ciento desde que el antiguo cono monetario fue puesto en marcha en 2008.
Los nuevos billetes que, se incorporarán de manera progresiva a partir del próximo 15 de diciembre -cuando los billetes llegarán al país-, circularán en paralelo con la actual familia de billetes de 100, 50, 20, 10, 5 y 2 bolívares, indicó el presidente del BCV, Nelson Merentes.
El billete de 20.000, que será el mayor en circulación en la nación petrolera, tiene un valor 200 veces superior a la factura de más alta denominación actual, que es la de 100 bolívares.
“La importancia es que va a aligerar las transacciones comerciales donde se necesite efectivo, el de 500 sustituye a cinco de cien”, explicó Merentes a la prensa.
Esto, dijo, permitirá además facilitar y hacer más eficiente el manejo contable, y el transporte de efectivo.
Asimismo, consideró necesario tener un avance significativo en el uso de las herramientas tecnológicas y electrónicas de las formas de pago y transacciones financieras de cualquier monto.
El primer billete que entrará en circulación, el 15 de diciembre, será el de 500 bolívares, y luego progresivamente irán entrando los de mayor denominación conforme avance el proceso de fabricación, informó el directivo.
El BCV mantuvo el mismo diseño y la iconografía de la actual familia de billetes de curso legal, solo con ligeras variaciones en los colores en virtud del reconocimiento mundial del que, dijo Merentes, fue objeto ese cono monetario.
Las piezas, que comenzarán un proceso progresivo de desincorporación, fueron emitidas a principios de 2008 durante el Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) como parte de un proceso de reconversión monetaria que creó el “bolívar fuerte”, borrando tres ceros a la moneda anterior para fortalecer la moneda nacional.
Desde entonces hasta diciembre de 2015, último dato oficial del Índice de Precios ofrecido por el BCV, la moneda había acumulado un 2.357,9 por ciento de inflación, es decir que lo que un venezolano podía adquirir con 100 bolívares en enero de 2008, podía costarle a finales del último año más de 2.000, y mucho más en 2016 con la profundización de la crisis económica y una inflación disparada.
El nuevo billete de 20.000, equivale a unos 30 dólares a la tasa de cambio oficial más alta -estimado hoy en unos 666 bolívares por dólar-, y unos 2.000 dólares a la más baja, solo disponible para la compra de alimentos básicos y medicinas.
Ese billete supone casi el salario mínimo venezolano, que marca también la retribución de todos los pensionistas en el país.
Esta introducción de nuevos billetes ha ocasionado una ausencia de efectivo en los cajeros automáticos del país durante los últimos días, según lo explicó la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) el pasado 25 de noviembre mediante comunicado.
La escasez de efectivo ha ocasionado largas colas en los bancos del país.
El presidente de la firma Datanálisis, el economista Luis Vicente León, dijo hoy que la emisión de los nuevos billetes es, a corto plazo, una solución para el problema de la ausencia de efectivo, y calificó la medida como “positiva”.
Sin embargo, en entrevista con el canal privado Globovisión indicó que es necesario resolver el problema de la inflación porque sino el billete de “10.000 o de 20.000” dentro de cuatros años, se convertirá en el mismo de 100 bolívares.
Se tiene “que parar la inflación, estás hablando del país con la inflación más alta del mundo por tres años consecutivos”, concluyó. EFE