La adolescente judía Ana Frank y su familia pudieron ser encontrados “por casualidad” en su apartamento secreto de Ámsterdam, y no como consecuencia de una delación como siempre se ha creído, según el museo que lleva su nombre.
AFP
Un nuevo estudio sugiere que los policías que fueron a registrar la dirección donde se ocultaba la adolescente investigaban en realidad fraudes de cupones de racionamiento y trabajo ilegal, indicó la Casa Museo de Ana Frank en un comunicado publicado el viernes.
“La pregunta ha sido siempre: ¿Quién delató a Ana Frank y a los demás? Este enfoque explícito en el hecho de la traición restringe, sin embargo, la perspectiva de la detención y excluye, de antemano, otros escenarios”, señaló el museo, situado en el mismo edificio donde ocurrieron los hechos.
Ana Frank y su familia pasaron a la clandestinidad en julio en 1942 en el anexo secreto de la empresa familiar, para no caer en manos de los nazis. Permanecieron escondidos allí durante dos años, hasta agosto de 1944, antes de ser descubiertos y enviados a campos de concentración.
Ningún estudio ha podido determinar jamás con certeza quién delató a los Frank y a las otras personas que se escondían con ellos. Allá fue donde la adolescente escribió su famoso diario, uno de los libros más leídos del mundo, traducido a 67 idiomas y del que se han vendido más de 30 millones de ejemplares.
Basándose en las entradas del diario en marzo de 1944 y en nuevos documentos, el investigador Gertjan Broek concluyó que “el edificio del canal Prinsengracht 263 no era solo el escondite de ocho judíos”.
Empleados de otra empresa establecida en el mismo inmueble fueron al parecer detenidos unos meses antes por tráfico de cupones de racionamiento, lo que habría conducido a una redada durante la cual Ana Frank y los otros ocupantes del refugio fueron descubiertos “por casualidad”.
La nueva investigación “no refuta la posibilidad de la delación, pero deja ver que deben tenerse en cuenta otros escenarios posibles”, afirmó el director general de la Casa de Ana Frank, Ronald Leopold, citado en el comunicado.
“Esperamos que otros investigadores también se sientan motivados para seguir nuevas pistas”, agregó.
Ana Frank murió de tifus a principios de 1945 en el campo de concentración de Bergen-Belsen, pocos días después que su hermana Margot. Su padre Otto fue el único superviviente del anexo secreto.