Jacqueline Sauvage, una mujer que en 2012 mató a su marido tras 47 años de malos tratos y que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia machista en Francia, abandonó hoy la prisión después del indultó total que le concedió el presidente de Francia, François Hollande.
EFE
Sauvage, de 69 años, abandonó el presidio de Réau, en Seine-et-Marne, en las afueras de París, por la puerta trasera, informó la prensa francesa.
La decisión ha creado consenso entre los partidos franceses, desde la extrema izquierda hasta la ultraderecha, y entre las pocas reacciones discordantes a la liberación de la mujer estuvo la de la Unión Sindical de los Magistrados, que la consideró “hipócrita” y un desprecio a la independencia judicial.
La liberación de Sauvage, que cumplió ayer 69 años, se produjo gracias al indulto presidencial divulgado hoy por el socialista Hollande en un comunicado.
“El presidente de la República ha estimado que el lugar de la señora Sauvage ya no está en prisión, sino con su familia”, señaló la presidencia.
El Elíseo recordó que la decisión se había tomado en aplicación del artículo 17 de la Constitución francesa y en consulta con el Ministerio de Justicia.
Sauvage, que en enero de 2015 vio cómo Hollande usó sus prerrogativas para reducir su condena de diez años de cárcel, había visto hasta ahora sistemáticamente rechazadas sus demandas de liberación con el argumento de que aún no ha reconocido la gravedad y la voluntariedad de su acto.
El presidente le perdonó entonces parcialmente dos años y cuatro meses de pena, lo que le permitía solicitar la libertad condicional, pero los tribunales no se la habían autorizado.
El caso ha tenido un gran respaldo popular y de numerosas personalidades y políticos y se ha convertido en símbolo de quienes solicitan que los malos tratos puedan ser considerados como un motivo de legítima defensa, atenuante que no se tuvo en cuenta en su juicio.
Para Valérie Boyer, miembro de su comité de apoyo, el anuncio “envía una señal a las mujeres condenadas por violencia conyugal” y hace justicia respecto a una sentencia, dictada en diciembre de 2015, que a su juicio era “extremadamente dura” dados los años que pasó maltratada.
Sauvage fue condenada en diciembre de 2015 a diez años de prisión después de que en 2012 disparase tres tiros por la espalda al hombre que le había maltratado y violado durante años, Norbert Marot.
Las tres hijas de Sauvage -su único hijo se suicidó el mismo día en que su madre mató a su padre- pedían desde hace tiempo la liberación de su madre y habían denunciado que su padre las había violado también.