Al menos dos presos murieron y otros dos resultaron heridos hoy durante una rebelión en un presidio de Patos, ciudad en el estado brasileño de Paraíba, tan sólo dos días después de que una pelea de internos en una cárcel de la ciudad amazónica de Manaos dejara 56 muertos.
EFE
La nueva rebelión se registró en la mañana de este miércoles en el presidio Romero Nóbrega de Patos, en el noreste de Brasil, pero fue “rápidamente controlada” por la guardia carcelaria, según informó la Secretaría de Administración Penitenciaria de Paraíba, que calificó el incidente como un simple “tumulto”.
El incidente ocurrió cuando algunas mujeres realizaban la autorizada visita íntima a los presos casados y los propios reclusos recomendaron a sus esposas que abandonaran el presidio.
Según la gobernación de Paraíba, el motín fue un hecho aislado sin relación con las “guerras” entre grupos criminales rivales como las que provocaron la matanza en Manaos y otros incidentes violentos en el norte y noreste de Brasil en los últimos meses.
La Secretaría, sin embargo, informó que abrió una investigación administrativa para intentar establecer cómo ingresó al presidio el arma utilizada en los homicidios.
Los presos identificados como Darlan Alves dos Santos y Maelson dos Santos Nunes murieron tiroteados en tanto que otros dos reclusos sufrieron heridas de bala y fueron ingresados en un hospital de Patos, en donde permanecen bajo custodia.
Tras la “confusión entre los presos”, agentes de la Fuerza Táctica Penitenciaria y del Grupo de Operaciones Especiales Penitenciarias ingresaron al Romero Nóbrega para hacer una revisión exhaustiva y buscar el arma utilizada en los crímenes, así como otros posibles materiales ilícitos, según la Secretaría.
La rebelión ocurrió dos días después de que 56 presos murieran en una reyerta entre dos bandas rivales en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim de Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía.
La disputa comenzó cuando miembros de la Familia do Norte (FDN), una banda criminal que controla el tráfico de drogas dentro del presidio, atacaron a los integrantes del Primer Comando de la Capital (PCC), una organización liderada por narcotraficantes presos en Sao Paulo.
Las rebeliones de los últimos días destaparon el caos del sistema penitenciario de Brasil, según denunciaron hoy varias organizaciones de defensa de los derecho humanos, que exigieron mejores condiciones y un mayor control del Estado en las prisiones del país.
“El sistema penitenciario brasileño es una bomba lista para explotar y de vez en cuando explota en algunos lugares”, afirmó a Efe la socióloga Camila Caldeira Nunes, investigadora de la Universidad Federal del ABC y autora de varios estudios sobre el crimen organizado en Brasil.
En su opinión, la lucha entre bandas rivales “responde a unas condiciones de encarcelamiento inhumanas y degradantes”.
De la misma forma el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) consideró en un comunicado que los hechos ocurridos no son “incidentes aislados”, sino que reflejan “una situación crónica de los centros de detención en el país”.
La organización Human Rights Watch (HRW) instó a Brasil a retomar el control de su sistema penitenciario, el cual, apuntó, está en manos de las facciones criminales.