Conseguir una ambulancia para el traslado interhospitalario de un paciente se torna cada día más cuesta arriba para los familiares. Desde diciembre se ha acentuado la situación, al punto de que muchos pacientes con condiciones delicadas se han complicado e incluso fallecido esperando ser llevados a un servicio especializado.
Por Doriana León/ Diario La Verdad de Vargas
Aunque varias han sido las denuncias formuladas por los familiares de los pacientes internados en los nosocomios de la región, la circunstancia es reiterativa cada vez que se registra una emergencia.
No se cuenta con una ambulancia cuando es imperativo el traslado interhospitalario para la realización de estudios médicos especiales o cuando simplemente el centro no puede atender la complejidad de la patología presente.
“A mi papá le tienen que hacer un eco doppler porque tiene un derrame en las piernas. Desde el 31 de diciembre estamos esperando por una ambulancia de los bomberos o del 171 para que nos garanticen el traslado a una clínica donde realicen la evaluación, porque en el hospital no disponen del equipo”, declara Mary Itriago, cuyo familiar está recluido en el José María Vargas, en La Guaira.
Este hospital dispone en la nómina de 14 choferes de ambulancia que se encuentran cumpliendo funciones en otras áreas, pues actualmente los tres vehículos asignados al centro están parados por falta de repuestos.
En el Periférico de Pariata tienen dos ambulancias que funcionan a media máquina y además no cuentan con las condiciones para el traslado de pacientes complicados. “Estos carros no ruedan mucho. Lo más lejos que podemos llegar es al hospital San José o al Seguro”, afirma una fuente vinculada al hospital.
De todo el parque de ambulancias que circula en el estado, solo la de los bomberos cumple con todos los protocolos de seguridad establecidos de acuerdo a normas internacionales. El vehículo está equipado con aire acondicionado, tomas de oxígeno, monitores, equipo de RCP e insumos elementales como suturas, gasas y soluciones antisépticas.
Sin embargo, la unidad se accidentó este miércoles cuando hacía un traslado al Seguro Social, ya que se le espichó un caucho. Con la llanta sin aire llevaron al paciente hasta el hospital, pero en el transcurso del día no pudieron movilizarse porque no tenían cómo reponer el caucho averiado.
“Esperemos que nos consigan un caucho nuevo pronto porque esta es una de las pocas ambulancias que saca la cara por los pacientes en el estado”, señala un efectivo.
Traslado sin condiciones
Negda Rodríguez asegura que su madre murió a los 82 años el pasado 23 de diciembre por negligencia médica y falta de ambulancias. Señala que la paciente con insuficiencia renal presentó una fractura de cadera que debía ser operada de inmediato, pero los médicos no fueron diligentes por lo que murió.
“A mi mamá le dio una trombosis arterial profunda que le ocasionó la muerte. Aunque cumplimos con todo los estudios preoperatorios y compramos todos los insumos que nos pidieron para la intervención, nos pelotearon desde el 2 de diciembre hasta el 23 que mi mamá falleció”.
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