La decisión del Consejo de la FIFA adoptada este martes de ampliar a 48 equipos el número de selecciones participantes en el Mundial 2026 pone en marcha el proceso de presentación y elección de candidaturas, que culminará con la elección de la sede en mayo de 2020.
La FIFA tiene previstas cuatro fases en el proceso de candidaturas hasta la decisión final.
Una primera que se prolongará hasta el próximo mes de mayo y que incluirá un periodo de consultas y diseño de estrategias.
La preparación “más meticulosa” de las candidaturas se hará entre junio de 2017 y diciembre de 2018 y después se iniciará el proceso de evaluación, entre enero de 2019 y febrero de 2020. La elección se hará en el Congreso de la FIFA en mayo de 2020.
La primera fase se centrará en que las candidaturas incluyan requisitos de derechos humanos, que sean sostenibles y que se proteja el medioambiente, además habrá principios de exclusión si no se cumplen los requisitos técnicos.
Una tercera cuestión será revisar la postura actual de candidaturas conjuntas y el número de selecciones, un punto que se espera pueda tomarse una decisión para octubre del 2016, una vez cerrado el proceso de consultas.
El Consejo de la FIFA ya aprobó en su primera reunión, a mediados de octubre, que el Mundial de 2026 lo puedan organizar varios países, sin limitar un número específico, y que la secretaría general de la FIFA pueda excluir las candidaturas que no cumplan los requisitos mínimos para albergar la competición, tras consultar con el Comité de Competiciones.
Si la organización recae en varios países, la FIFA hará una evaluación caso por caso. El Consejo también acordó que, como principio general, las asociaciones de las confederaciones organizadoras de las dos últimas citas mundialistas -en este caso UEFA y Asia- no serán elegibles para acoger el campeonato de 2026.
No obstante el propio Consejo podrá elegir a una asociación de la confederación que haya albergado la cita en su penúltima edición -en este caso de la UEFA- y abrir un proceso de candidatura para las asociaciones de UEFA, “si ninguno de los proyectos recibidos cumple estrictamente las exigencias técnicas y financieras”.
También el pasado octubre, el Consejo de la FIFA ya decidió controlar las contribuciones económicas y los gastos del Comité Organizador de Rusia 2018, así como establecer una nueva estructura para garantizar este control en futuros Mundiales a partir del de Catar 2022, dentro de las medidas para mejorar su gobierno y transparencia. EFE