Las bailarinas de ballet que devuelven el arte a las calles de El Cairo

Las bailarinas de ballet que devuelven el arte a las calles de El Cairo

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En el bullicio de las laberínticas calles de la capital egipcia, la mirada de los viandantes se clava en varias jóvenes dejándose retratar con vestidos y zapatillas de ballet, en el marco de un proyecto fotográfico llamado “Bailarinas de El Cairo”. Isaac J. Martín| EFE

Inspirados en un trabajo del fotógrafo estadounidense Dane Shitagi, que lanzó este mismo proyecto en Nueva York, en 2009, los egipcios Mohamed Taher y Ahmed Fathy no dudaron en fotografiar a varias chicas realizando movimientos de ballet en lugares emblemáticos de la urbe, para “devolver el arte y la felicidad” a sus calles.

“El objetivo principal es mostrar la ciudad donde vivimos desde diferentes perspectivas, y acentuar así el contraste entre la rudeza de El Cairo y la dulzura que transmiten las bailarinas”, explica a Efe uno de los impulsores de este proyecto, Mohamed Taher.

Las imágenes de las chicas realizando esos movimientos en las avenidas y callejones cairotas, que se han ido publicando desde hace un año en una página en Facebook, comenzaron a compartirse rápidamente a través de las redes sociales, en las que varias personas no dudaron en comentar y alabar esta idea.

“La gente comparte estas fotos porque les gusta ver esa diferencia entre lo antiguo y lo moderno”, señala una de las bailarinas participantes, Marina Bahy, que reprodujo la sesión durante una entrevista a Efe en el parque de Al Azhar, uno de los iconos de la ciudad.

A lo largo de la historia “la mayoría de las manifestaciones artísticas se iniciaron en Egipto y de repente, todo desapareció. Por eso mismo, la gente está contenta de que el arte vuelva a las calles de El Cairo”, afirma.

Desde este pulmón de la capital, otra de las bailarinas protagonista de las imágenes, Meray Iskander, apunta que con esta serie “la gente puede darse cuenta de los diferentes lugares que existen y la felicidad que se respira en El Cairo”.

La joven egipcia vuelve a posar ante la atenta mirada de algunas personas que se encuentran merodeando en el parque, para después asegurar, que esa curiosidad se debe a que lo que hacen es “algo nuevo” para ellos.

Los fotógrafos Taher y Fathy trabajaron en este proyecto con el objetivo de “enseñar una nueva ciudad y mostrar un destello de alegría” en una comunidad que todavía se recupera de un atentado perpetrado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) el pasado diciembre contra una iglesia cristiana copta, que segó la vida de 28 fieles.

Taher ha querido aprovechar este proyecto, aunque no estaba entre sus objetivos iniciales -tal y como confiesa-, para promocionar la ciudad. Sin embargo, no se muestra optimista ante este fin.

“No creo que este proyecto ayude a remontar el turismo en Egipto”, subraya sobre este sector, que se vio gravemente afectado tras la revolución de 2011, y más si cabe tras el atentado contra un avión ruso, que se estrelló en el Sinaí en octubre de 2015, y que provocó un desplome del sector de más del 50 por ciento en 2016.

En este trabajo Taher se propuso otra meta más: el “empoderamiento de la mujer”, dado que “las chicas se atrevieron a rodar donde yo quería y en cualquier lugar que yo les pidiese”.

Detalla que “ellas se sintieron libres de tomar las calles como si fuera un escenario más. Este es el poder de las mujeres. Porque aquí en Egipto hay un problema, que se llama acoso”, agrega.

En ese escenario, el profesional subraya que la reacción de los ciudadanos fue “increíble” y él mismo se muestra “impresionado” por haber visto a las jóvenes con sus faldas vaporosas bailando en la calle, y que “desconocidos se acercaran para hacerse fotos con ellas” con mucho respeto.

Durante el transcurso de las sesiones fotográficas, ambas bailarinas se encontraban “preocupadas” por la reacción de los jóvenes, en un país donde la violencia contra las mujeres continúa siendo una lacra.

No obstante, señalan que, finalmente, “todo fue bien”.

Sobre este tema, Taher reconoce que estaban “asustados al principio”, pero puntualiza que las chicas fueron “muy valientes, e incluso, accedieron a ser retratadas en las horas puntas del día y en áreas concurridas. Y nada ocurrió”. EFE

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