El Kremlin tachó este miércoles de “absoluta falsedad” las informaciones filtradas por varios medios estadounidenses acerca de que Moscú habría reunido datos comprometedores sobre el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para poder chantajear el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
“Es una absoluta falsedad, fabricada” por aquellos que tienen interés en “dañar las relaciones bilaterales” ruso-estadounidenses, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Hay quien instiga esta histeria, que se sale de la piel para sostener esa caza de brujas. Por cierto, el propio presidente electo Trump definió esa mentira como la continuación de la caza de brujas”, subrayó el portavoz del presidente ruso, Vladímir Putin, a quien los servicios de inteligencia de Estados Unidos acusan de interferir en las elecciones celebradas en ese país.
La administración saliente del todavía presidente Barack Obama, agregó, quiere forzar que “las relaciones bilaterales sigan por la vía de la degradación, para que nadie pueda reflexionar si eso se corresponde con los intereses de los dos países y de la comunidad internacional”.
“El Kremlin no se dedica a reunir información comprometedora”, insistió Peskov al asegurar que Moscú tampoco dispone de datos que puedan hacer daño a Hillary Clinton, que fue candidata a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata.
Varios medios estadounidenses, entre ellos la CNN, The Washington Post y The New York Times, hicieron referencia ayer a un supuesto informe en manos de las agencias estadounidenses de inteligencia según el cual Rusia puede tener información comprometedora “suficiente” para “chantajear” al presidente electo.
La información en manos de Rusia incluiría pruebas recogidas por los servicios de inteligencia rusos sobre una supuesta “perversión sexual” de Trump en una suite de un hotel de Moscú.
Según el documento, Trump habría contratado a varias prostitutas para que orinaran mientras él miraba en el colchón de la misma suite presidencial del Hotel Ritz Carlton en la que se habían hospedado el presidente Obama y la primera dama, Michelle Obama, durante una visita a Moscú.
El informe citado también recoge que las autoridades rusas ofrecieron a Trump suculentos negocios inmobiliarios relacionados especialmente con la Copa Mundial de Fútbol que se jugará en Rusia en 2018, aunque el presidente electo los habría rechazado.
Lo que sí habrían aceptado tanto Trump como sus asesores fue la información sobre los demócratas y su candidata presidencial, Hillary Clinton, que la inteligencia rusa habría obtenido a través de ataques informáticos.