Todo estaba planeado, el homicidio era un hecho. Jesús Rincón Santander sufría de celos compulsivos, y eso lo llevó a asesinar a su pareja Katherín Julieth González Moreno, de 17 años, y luego a quitarse la vida. Así lo reseña lanacionweb.com
Todo parecía ser producto de una simple discusión, pero Jesús llevaba tiempo planeando el homicidio. Al parecer, una infidelidad de parte de la joven lo llevó a tomar esta fatídica decisión. Rincón dejó todo escrito en una carta a sus parientes.
“Mónica, no tendría palabras para consolarte por la decisión que tomé. Solamente te pido que me perdones y en las oraciones que le vas a hacer a Katherín, aunque sea reza un par por mí. Desde allá vamos a estar viendo por ustedes. Ya sé que tú eres la única que me podría perdonar de corazón. Lo hice porque la amo demasiado y fue muy fuerte perderla y verla en brazos de otro”.
“Si ella lo hubiese hecho con una persona que valga la pena y que sea superior, no me daría tan duro, pero ese es un tipo casado con dos hijos y me dolería dejarla pasando necesidades. La amo mucho y ahora que estás leyendo esto, los dos estamos unidos. Algún día me perdonarán. Perdón, lo hago porque la amo mucho”.
“Primero quiero que recen mucho por mí. Esta decisión la tomo porque no tengo de otra. No quiero que culpen a nadie de esto, porque lo he pensado desde hace tiempo. La relación se me dañó. Se me salió todo de las manos”.
La historia
Jesús trajo a Yoraine (hermana de Katherín) a trabajar a Cartagena.
Katherín, quien sostenía llamadas con Jesús, dijo a sus padres que vendría a vivir con su hermana.
Jesús convenció a la joven de que viniera para ponerla a estudiar en un gimnasio, pero nunca cumplió la promesa.
Los padres de Katherín jamás estuvieron de acuerdo con la relación, pero ella decidió luchar por su pareja.
El hombre, según Yoraine, en varias ocasiones celó a la hermana hasta con su propia familia.
“En año nuevo, cuando mi hermano le dio el feliz año a Katherín y la abrazó, él se puso histérico y le preguntó gritando que qué le decía al oído. Y lo único que dijo mi hermano fue ‘feliz año’”, agrega.
Se fue de casa
Según Yoraine, cuando Katherín reaccionó respecto a los celos enfermizos de su pareja, se fue a vivir a la casa de la vecina junto a Keily, otra de sus hermanas, quien también arribó a Cartagena invitada por Jesús.
El día de su muerte (18 de enero) Katherín dijo que saldría a llamar a su mamá.
Cuando regresó, Jesús la tomó por el brazo y le clavó el cuchillo en la espalda. Luego se hirió en el cuello.
“Katherín, aunque estaba herida, salió del apartamento y llamó a Keily. Cuando Keily vio la sangre le preguntó a Jesús qué hizo. Él intentó agredirla, pero se resbaló con la sangre y se cayó”, explicó Yoraine.
La joven venezolana alcanzó a parar un taxi. Su hermana Keily, al verla en esa condición, se desmayó y, aún con la herida, Katherín la levantó y la ingresó al vehículo.
La menor murió al perder mucha sangre.