Cerca de 22 pacientes con lepra están registrados en el Táchira, todos reciben el debido tratamiento de manera gratuita, a través del Instituto de Biomedicina “Doctor Jacinto Convit” y la Organización Mundial de la Salud, publica La Nación.
Algunos pacientes han sido dados de alta y otros están en vigilancia constante, y el tercer grupo está cumpliendo con su tratamiento, contando con el fármaco poliquimia -terapia contra la lepra- indispensable para que el paciente recupere su salud plena, trabajo que cumple el servicio de Dermatología Sanitaria, dependiente de la Corporación de Salud.
Los casos están distribuidos en toda la geografía tachirense, es decir, en las zonas norte, sur y central, y se atienden en Dermatología sanitaria de La Grita, Colón y San Cristóbal.
De acuerdo con la estimación hecha por un especialista que se mantiene en contacto directo con los enfermos, el 60% de pacientes con lepra son hombres y el 40% mujeres, sus edades oscilan entre 40 y 70 años; pocos niños la padecen. En el caso del Táchira, en este momento no hay ningún niño en tratamiento, precisamente porque no hay diagnosticados.
El último domingo de enero se recuerda el Día Mundial de la Lepra o enfermedad de Hansen, patología que hoy está radicada en 115 países del mundo, entre ellos los ubicados en Latinoamérica, que incluye a Venezuela donde, según registros de algunos institutos, entre ellos el de Biomedicina, la incidencia es de 700 casos nuevos cada año.
La lepra es un enfermedad infecciosa crónica, causada por una bacteria, se caracteriza por lesiones y heridas en la piel, las mucosas y los nervios de las manos y los pies, y en algunos casos en los revestimientos de la piel; es un mal que se extiende muy rápido y resulta difícil de controlar y sobre todo erradicar.
Esta enfermedad la puede contraer cualquier persona; no obstante, los niños son más sensibles que los adultos.
Aún no se está claro sobre la forma de contagio; sin embargo, el contacto cercano casero prolongado es de cuidado, se cree que los gérmenes entran por la nariz y posiblemente a través de las heridas en la piel, no muy contagiosa y su periodo de incubación es bastante largo.
La lepra o mal de Hansen, tiene 2 formas comunes: la tuberculoide y la lepromatosa, ambas formas ocasionan úlceras en la piel, pero la forma lepromatosa es más grave y produce grandes protuberancias e hinchazones (nódulos).
Atento a los síntomas
Los síntomas de esta enfermedad son: algunas lesiones definidas en la piel en ambos lados del cuerpo, sintomatología que tarda en aparecer y la persona no infectará a los demás después de los tres meses de tratamiento; además, puede manifestar debilidad muscular, entumecimiento o ausencia de sensibilidad en manos, brazos, pies y piernas.
Este tipo de paciente debe ser tratado por un médico con experiencia en esta enfermedad y el tratamiento consiste en la administración de fármacos por un largo tiempo, que va de seis meses a dos años.
Tratamiento
Varios antibióticos se utilizan para destruir las bacterias que causan la enfermedad. Estos incluyen Dapsona, Rifampina, Clofazamina, Fluoroquinolonas, Macrólidos y Minociclina. A menudo se administra más de 1 antibiótico a la vez.
El ácido acetilsalicílico (aspirin), la prednisona o la talidomida se utilizan para controlar la inflamación.
Pruebas y exámenes
Los exámenes que se llevan a cabo incluyen: biopsia de lesión de piel, examen de raspado de piel.
Se debe estar claro que la prueba cutánea de lepromina se puede usar para diferenciar las 2 formas de la lepra, pero no para diagnosticar la enfermedad.
Entre las posibles complicaciones de la lepra están: el desfiguramiento, daño neurológico permanente en los brazos y las piernas, y pérdida de la sensibilidad.
Se debe tener en cuenta que si la enfermedad se diagnostica a tiempo y se coloca el tratamiento, el paciente se cura; pero lamentablemente en muchas ocasiones la patología no se diagnostica a tiempo y la lepra es una enfermedad que causa discapacidad, si se deja avanzar.
Es de hacer notar que a pesar de ser una de las enfermedades más antiguas, el bacilo que la causa (bacteria Mycobacterium) sigue manteniéndose vivo en un reservorio que es el cuerpo humano, y tiene entonces la posibilidad de transmitirse a otro ser humano, pues esta es una de las características de la enfermedad, y es que la misma no se transmite a ningún otro ser vivo, sólo vive entre los humanos.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud busca disminuir la enfermedad y que se logre finalmente eliminar la lepra; para ello ha emprendido un trabajo que tiene como objetivo bajar el número de casos de la enfermedad a menos de 1 por cada 10 mil habitantes, eso ya se logró; sin embargo, todavía quedan algunas zonas endémicas, es decir, espacios donde la transmisión de la enfermedad es más fácil”.
En cuanto a los programas nacionales que rigen en los diferentes países donde hay lepra, en Venezuela particularmente existe un programa nacional que está ejecutando acciones para disminuir casos e ir erradicando la enfermedad, pero no es tan fácil, se trata de terminar con un bacilo que ha vivido por muchísimos años, una enfermedad transmisible que además se produce muy lentamente; es decir, una persona puede estar infectada por lepra y no presentar ninguna sintomatología hasta después de 10 o 20 años, lo que tienen es que estar alertas ante esas manchas, marcas que no duelen ni pican pero que pudieran ser el inicio de la enfermedad.
Nancy Porras