La economía venezolana ha estado en un proceso contractivo desde 1999, con la llegada del comandante Chàvez al poder. En estos momentos el tamaño de la economía es menor que en 1998, ultimo año de la gestión del Dr Caldera, con precios del petróleo a 10 $ el barril, sin que se provocara una crisis fiscal. En estos tres años largos de gobierno han cerrado cientos de pequeñas, medianas y grandes empresas, la producción real de bienes y servicios viene bajando y en lo que va de año se han desplazado unas 300.000 personas de sus puestos de trabajo. El desempleo ronda el 17 %, superando en 6 puntos la desocupación de 1998. la capacidad ociosa del sector industrial supera en promedio el 45 %. En los estados Carabobo, Aragua y Lara la situación de ese sector es particularmente crítica. La industria petrolera ha mermado sustancialmente sus inversiones con repercusiones importantes en los Estados Zulia y Monagas.
La economía ha entrado en un proceso recesivo, coincidiendo con la devaluación del bolívar que se ha depreciado en màs de un 80 % desde Febrero. En un paìs que importa en promedio el 55 % de los insumos que demanda el aparato productivo, la devaluación encarece las importaciones, aumentando asì la inflación de costos y por ende el nivel general de precios de los bienes y servicios. Es lo que se conoce en la terminología económica como stanflaciòn. Este estancamiento de la economía con inflación se traduce en desempleo y disminución del ingreso real de la población, es decir màs pobreza que en lo que va de este gobierno se ha incrementado cerca de un 10 %, llegando a un 67 % ( estudio de la UCAB ) la pobreza general del paìs que representan a unos 14 milones de personas pobres. La situación tiende a agravarse con el flujo de caja de tesorerìa y el gigante déficit fiscal que a su vez presiona al alza del dólar, el cìrculo vicioso de nuestra inflaciòn
¿ por que se ha llegado a esta situación en plena bonanza petrolera ?. El alto gobierno y sus màs conspicuos representantes alegan que al presidente no lo dejan trabajar, que las conspiraciones distraen al gobierno y la oposición le bloquea las decisiones. Es una excusa sin fundamento porque ningún gobierno de la era democrática ha tenido tanto poder político como èste, controla todos los poderres públicos y no tiene control alguno. El gobierno de Betancourt enfrentò varios golpes de extrema derecha y de extrema izquierda, enfrentò la guerrilla castro comunista y un atentado que fue un perfecto plan de magnicidio, con precios petroleros envilecidos, no obstante la economía creció, el desempleo bajò, hubo equilibrio fiscal y la inflación en promedio estuvo por debajo del 2 %. La explicación es que en aquella oportunidad hubo un equipo de gobierno competente, el presidente era un estadista, hubo políticas económicas realistas y planes definidos de desarrollo. El paìs sabìa el rumbo hacia donde se querìa ir, mientras ahora ha imperado la mediocridad en un discurso presidencial agresivo hacia instituciones y personas, particularmente con los factores de la producción, la iglesia, los medios, PDVSA, FAA, etc. Con un paìs a la deriva con un clima de conflictividad política, social y militar provocado por el propio gobierno, no ofrece condiciones mínimas para la inversión y el crecimiento económico. El estancamiento con inflación es grave y puede dar al traste con el gobierno. Estamos pasando de la luz amarilla a la luz roja del semàforo
17 de Junio del 2002
* pprafael@cantv.net