Donald Trump pudo haber dado su apoyo inequívoco a la candidatura de Los Angeles para albergar los Juegos Olímpicos de 2024, pero las tumultuosas primeras semanas de su presidencia han perjudicado la chance de la ciudad de lograr la sede, según analistas. AFP
Los Ángeles y París llevan ventaja sobre Budapest en la carrera por los Juegos de 2014, cuya elección se de llevará a cabo en la reunión del Comité Olímpico Internacional en Lima en septiembre.
Trump ha apoyado repetidamente la campaña de LA-2024, incluso pese a que el alcalde demócrata de Los Ángeles, Eric Garcetti, un líder clave de la candidatura, ha criticado las políticas de la administración en materia de inmigración.
Los Angeles ya acogió los Juegos en 1932 y 1984. “He hablado con el Comité Olímpico en Europa, y ellos, creo, estaban muy contentos cuando me hablaron”, dijo Trump a principios de este mes.
“Ellos querían tener un respaldo mío (a la candidatura de Los Angeles) y se los dí, muy fuerte y claro… Me encantaría ver los Juegos Olímpicos en Los Ángeles. Creo que sería fenomenal”, señaló en ese momento Trump.
Sin embargo, desde la llamada telefónica de Trump al presidente del COI, Thomas Bach, su administración se ha sumido en controversias sobre la repentina imposición de una prohibición de viajar a refugiados y migrantes de siete naciones de mayoría musulmana, considerados un riesgo para la seguridad en Estados Unidos.
Mientras que la prohibición de viajar impuesta por Trump finalmente fue anulada por un tribunal federal de Estados Unidos, la controversia ha dejado a la candidatura de LA-2024 con un problema de relaciones públicas en un momento en que necesita ganarse los corazones y las mentes de votantes en la elección de los Juegos Olímpicos de 2024.
“Creo que lo que Trump ha creado, ha dado un golpe mortal a la intenciones de Los Angeles de ser la sede de 2024”, dijo Derick Hulme, profesor de ciencias políticas en el Alma College de Michigan.
Este cuestionó si el COI estaría dispuesto a elegir a Los Angeles si hubiera dudas sobre la posibilidad de que todos los deportistas puedan entrar libremente a Estados Unidos.
“El COI es un organismo con aversión al riesgo y va a ser muy, muy cuidadoso en adjudicar los Juegos a un país al que tendrá poca confianza de que todos los atletas podrán asistir a los Juegos”, dijo Hulme, quien ha publicado un libro llamado “Los Juegos Olímpicos Políticos: Moscú, Afganistán y el boicot de los Estados Unidos de 1980”.
“Mientras Donald Trump sea presidente, los Estados Unidos están efectivamente fuera de la carrera para organizar grandes eventos deportivos. Estados Unidos es una opción demasiado arriesgada para las grandes federaciones internacionales”, agregó.
Otros expertos fueron más circunspectos, señalando que el COI había concedido recientemente los Juegos Olímpicos a China y Rusia.