Aunque hay quienes practican la política solo cuando tienen una cámara de TV o un micrófono frente a ellos, en AD se nos enseña a practicar el oficio de dirigente político en la calle, junto a las masas, junto al sentir de la gente, junto al pueblo que sufre el secuestro de su democracia. En esos avatares, acompañé en días pasados al diputado Antonio Román y a su equipo de activismo socialdemócrata de Tocuyito a un recorrido casa por casa en “12 de Octubre” en el Municipio Libertador (Carabobo).
Allí encontré una de las muchas invasiones promovidas por el militarismo populista que nos mal gobierna: Santa Bárbara. Más de 200 familias a las que les fue prometida una vivienda digna hace casi 13 años, viven en un ghetto con calles de tierra, con casas de lata, sin servicio de agua potable, sin cloacas, con tendido eléctrico artesanalmente instalado y, obviamente, sin título de propiedad que les brinde seguridad jurídica a largo plazo. Por allí pasaron prometiendo villas y castillas Argenis Loreto, Carmen Álvarez y Juan Perozo los últimos tres alcaldes que sirvieron como lugartenientes del régimen y su mal llamado socialismo del siglo XXI.
¿Dónde quedaron las consignas? ¿dondé está la inversión social? ¿acaso esas familias no merecen un futuro distinto?. ¿No les da pena a los concejales del Municipio Libertador haber declarado en la prensa regional que en 2017 la entidad tendrá un presupuesto de 13 mil millones de bolívares sin que a la fecha se haya presentado aunque sea un proyecto de inversión dirigido a Santa Bárbara para paliar en algo tanta injusticia y olvido?
Pese a ello, los habitantes de Santa Bárbara no nos recibieron apáticos o indiferentes. Recibieron con los brazos abiertos a quienes traemos propuestas, soluciones e ideas novedosas para superar la pobreza y las dificultades. Los Adecos del Municipio Libertador nos encontramos convencidos que podemos construir un Tocuyito donde el dinero público no termine en vallas publicitarias, pagando espacios radiales o en los bolsillos corruptos de quienes les quitaron el voto a punta de mentiras repetidas mil veces.
Hay esperanza. Junto a todo el 12 de Octubre y vecinos de Santa Bárbara nos comimos un sancocho popular. En estos tiempos de nubarrones autoritarios, la alegría parece ser juzgada por el régimen como un acto de insurgencia. Si esto es así, nuestro pueblo valiente insistirá y resistirá practicando la alegría que se sobrepone a la tristeza y el rencor que mancha el uniforme del alto mando militar (en minúsculas).
El compromiso que hoy hacemos público, es que la injusticia practicada alevosamente sobre quienes fueron condenados a vivir en las llamadas invasiones es que recibirán en inversiones y obra pública la materialización de su redención. Construiremos justicia social con políticas públicas al servicio de la gente, esa es la tarea conjunta de todo un pueblo y su futuro gobierno en la democracia que restituiremos.
jcclozada@gmail.com / @rockypolitica