Todo fue confuso. Jóvenes, la mayoría vestidos con franelas blancas y gorras tricolor corrían de un lado a otro al escuchar las detonaciones de balas provenientes de un grupo de motorizados con camisas rojas que aparentaban ser militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Así lo reseña el-carabobeno.com
Por Astrid Rodríguez
La manifestación no pudo llegar a su final, cercos militares impedían el paso de cientos de personas que se congregaron ese día. Quedaron atrapados en la Cedeño en horas de la mañana. La lucha fue inminente, con gritos de protestas y pancartas se mantuvieron en el lugar.
Todo comenzaba a sentirse peligroso, no había salida. Estaban bloqueados por militares desde la avenida Cedeño y parte de la avenida Bolívar donde está el metro de Valencia.
Al llegar a la avenida los motorizados con franelas rojas, los efectivos desaparecieron, todo parecía parte de un plan macabro. Alrededor de las 3:30 de la tarde comenzó el terror. Botellas, piedras y disparos lanzaban los llamados colectivos a los manifestantes.
El desespero se hizo presente, muchos corrían hacia las tiendas del Centro Comercial Cedeño como modo de resguardo, otros se lanzaban al suelo. La ráfaga de balas acabó con la protesta pacífica que exigía un mejor país.
Uno de los disparos fue determinante para acabar con la vida de una joven inocente. La estudiante Génesis Carmona de 22 años fue mortalmente herida en la avenida Cedeño. Se trataba de su primera protesta.
La prima de Génesis Carmona, Andenyl Barbosa relató en una entrevista a El Mundo en 2014 que la joven preparaba su viaje para irse a vivir a los Estados Unidos. Su madre, María Eugenia Tovar, temía que su hija perdiera su vida en manos de la delincuencia que reina en el país.
Este deseo se esfumó delante de los ojos de Tovar, quien perdió a su hija cuando salió a luchar por su país.
Carmona recibió un disparo en la cabeza. Cayó al suelo en la avenida Cedeño. Era imposible esperar una ambulancia. Un motorizado la llevó en sus brazos hasta la clínica Doctor Rafael Guerra Méndez.
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