El veterano dominicano Jhonny Peralta ha llegado al campo de entrenamiento de los Cardenales de San Luis con la necesidad de demostrar de nuevo la clase que posee y sobre todo ganarse un puesto en la tercera base del equipo, el mismo objetivo que tiene el venezolano Avisaíl García en los jardines con los Medias Blancas de Chicago.
Los patiblancos tienen dos plazas disponibles en los jardines y consideran que García cuenta con todo los elementos para ocupar una de ellas.
El jardín central es la posición que está para cualquiera, mientras que el derecho podría ser para García, si demuestra que está en plena forma.
Al menos eso es lo que piensa el manejador mexicano de los Medias Blancas, Rick Rentería, que ya tiene seguro al dominicano Melky Cabrera en el izquierdo.
Los tres jugadores que más tiempo cubrieron el jardín central el año pasado — J.B. Shuck, Austin Jackson y Adam Eaton — ya no forman parte del equipo. Eaton jugó más en el derecho tras desplazar a García, que arranca con la oportunidad de recuperar la titularidad en esa posición.
Rentería ha adelantado que contempla rotar en el designado entre jugadores que necesiten algo de descanso, en lugar de tener a alguien fijo en esa función.
García manifestó que no pone peros a periodos ocasionales como designado, por más que no se entusiasma con la idea de que esa sea su responsabilidad principal.
Con el objetivo de regresar a los jardines, García jugó en la liga de invierno de Venezuela y se entrenó en Miami tras la campaña para llegar en la mejor forma posible además de conseguir bajar de peso y todavía busca perder algunos libras más.
Además fue su posición en 2015, pero decepcionó con una producción de 13 jonrones y .257 de promedio de bateo y luego tuvo que alternar como designado y jardinero derecho la pasada campaña, en la que consiguió un promedio de .245 y pegó 12 cuadrangulares.
En el central, el principal candidato es Charlie Tilson, adquirido por los Medias Blancas tras un traspaso la pasada temporada con los Cardenales.
Pero se lesionó en la pierna izquierda y se perdió el resto de la campaña, y comenzó mal la pretemporada debido a una dolencia en el pie derecho.
Los Medias Blancas también cuentan con el veterano Peter Bourjos y los novatos Jacob May y Adam Engel, lo que significa que habrá una gran competencia para García, que le debe servir de aliciente.
Peralta, por su parte, que llegó a las mayores en el 2003, después de una temporada para el olvido como fue la del 2016, tiene ante su el gran reto de mantener la titularidad en la tercera base y demostrar que está completamente recuperado de la lesión que sufrió la pasada.
De momento, no tiene garantizado un trabajo como titular regular en la tercera base, ni tampoco será la solución para el puesto del campo corto, lo que significa que llega a los campos de primavera con demasiada incertidumbre sobre su futuro.
Peralta comenzará la última temporada de su contrato de cuatro años con los Cardenales y todo es muy diferente a cuando llegó en el 2014 para ocupar el campo corto, algo que hizo de manera brillante por dos temporadas consecutivas.
Estaba destinado a ser nuevamente el torpedero en el 2016, hasta que una lesión en un pulgar durante la primavera lo dejó fuera de juego hasta junio.
Lo que siguió fue una incertidumbre sobre su recuperación y tener que comenzar a jugar en la tercera base, posición en la que no había jugado desde que estaba en la organización de los Indios de Cleveland, pero sin la confianza de entonces al no sentirse completamente recuperado.
El descanso invernal le ha permitido a Peralta recuperar la fuerza del dedo operado y también la confianza de cara a lo que le espera en la nueva temporada porque además ya sabe lo que le espera con el juego defensivo y le ha permitido prepararse de la forma adecuada para los retos que vienen.
Las rutinas defensivas que no pudo hacer a mitad de temporada se han convertido ahora en el enfoque de su entrenamiento.
Con poco más de seis semanas para alistarse, Peralta espera demostrar que es la solución correcta para el puesto de la tercera base que tendrá que disputar con Jedd Gyorko.
Antes de jugar en la tercera el año pasado, Peralta no había jugado en dicha almohadilla desde el 2010. De hecho, ésta es la primera primavera en la que ordena un guante de antesalista desde aquellos tiempos.
La producción en el plato también jugará un papel en la decisión de los Cardenales con respecto a la tercera base. Peralta, de 35 años, en ese sentido, tiene algo que demostrar después de una temporada irregular.
Peralta concluyó la pasada temporada con .260/.307/.408 de bateo y con su OPS (porcentaje de embasarse más slugging) más bajo (.715) desde que llegó a los Cardenales.
El pelotero dominicano es consciente que no le queda mucho tiempo de estar en la primera fila de los profesionales, pero confía que en las próximas dos temporadas pueda rendir de nuevo al máximo, al menos ese es su gran deseo.