El drama de los ciudadanos para la compra de gas sigue afectando a miles de ciudadanos en San Cristóbal, estado Táchira, quienes deben ingeniárselas para lograr obtener una bombona para cocinar y elaborar los alimentos, reseña La Nación.
Este lunes ocurrieron algunos conatos de protesta en predios del parque 12 de Febrero, en Táriba, donde en los últimos meses se vienen efectuando “operativos especiales” para la venta de bombonas, de 10, 18, 27 y 48 kilos, pues pese a que ese sitio acuden centenares de personas para lograr la compra del producto, se dijo preliminarmente que sólo se venderían unas pocas de ellas, lo que causó que muchos de los asistentes decidieran salir a la vía principal de la autopista e impedir el tráfico de vehículos.
La presión ejercida por los espontáneos protestantes ocasionó que fueran enviados al menos tres camiones con bombonas hasta el lugar, lo que mitigó los reclamos y que se restituyera el flujo vehicular.
Este tipo de eventos, en los que desesperados padres o madres de familia ejercen protestas de calle, se han generalizado, pues la escasez y falta de distribución del gas doméstico les llevan a tomar decisiones extremas y, bajo la presión, poder así comprar una bombona que mitigue por algunos días la ausencia del combustible para elaborar los alimentos.
José Sandoval, residente en Táriba, dijo que la falta de servicio de abastecimiento de gas doméstico afecta a decenas de vecinos de su barriada, a quienes desde hace ya más de un año no les surten el producto en sus propios hogares. “Nos toca venir a estos operativos, pero la verdad es que tenemos que esperar tres y hasta cuatro horas para que nos vendan una bombona; es prácticamente un ultraje, pues en cualquier momento anuncian que no vienen más camiones para vender las bombonas y eso por lo general causa malestar y protestas”, expresó.
A las declaraciones de Sandoval se sumaron las de Clara Torres, quien narró que el desorden que existe para la venta de gas, bajo el sistema puerta a puerta, lleva a la gente a buscar de la forma más expedita el combustible, por lo que -agrega- se someten a colas de muchas horas.
“Te tienes que venir a este sitio y pasar frío y hasta hacer las necesidades en el monte, pues no hay baños; sumado a eso, el lugar no es el más adecuado, ya que es una zona que tiene mucha zona verde y la delincuencia no perdona, sobre todo en las madrugadas, cuando llega la mayor cantidad de personas a hacer la cola”.
En líneas generales y pese a los recientes anuncios de parte de las autoridades encargadas de la distribución del gas, en el sentido de que el servicio ya se encuentra nuevamente casi normal, prosiguen los problemas de abastecimiento del producto.