Los homicidas del hombre, de nacionalidad venezolana, Brayan Alexander Jaimes Montero, de 20 años, y de su hijastro, un menor de 16 años, conocido como Desahumerio, aprovecharon que estos estaban frente a la casa, ubicada en la calle 7A con Transversal 17, del barrio San Miguel, en Cúcuta, Norte de Santander, para atacarlos a tiros, hasta acabar con sus vidas, publica La Nación.
Los agresores dispararon al menos dieciséis veces, interrumpiendo el sueño de los vecinos de este sector, conocido como El Hueco.
Según una nota del diario La Opinión, Jaimes y Desahumerio corrieron hacia un callejón para tratar de salvarse del ataque, pero metros más adelante cayeron al piso, gravemente heridos, tras ser perseguidos a tiros.
Los pistoleros huyeron del lugar con rumbo desconocido, mientras que la mamá del menor trasladó a las víctimas a la Unidad Básica de la Loma de Bolívar, donde finalmente murieron.
Brayan Jaimes Montero recibió cuatro disparos, en la cabeza, la cara, brazo derecho y la espalda, mientras que Desahumerio fue impactado en la frente, dos veces en el abdomen, una vez en los testículos y otra más en el glúteo izquierdo.
En agosto del año pasado, la Policía Metropolitana de Cúcuta aprehendió al menor de 16 años, que estaba solicitado por el Juzgado Tercero Penal Municipal para Adolescentes con funciones de control de garantías, por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones.
Desahumerio estaba vinculado al homicidio de una mujer, ocurrido el 1 de abril del año pasado en el barrio La Victoria de la ciudadela Juan Atalaya.
Sin embargo, en enero de este año salió del centro de resocialización por vencimiento de términos. El joven de nacionalidad venezolana, según se pudo establecer, había salido de prisión hace dos meses. Había ingresado por porte ilegal de armas.
Miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía practicaron la inspección en el lugar del ataque y el levantamiento de los cadáveres en el centro médico.