El presidente de Bolivia, Evo Morales, reapareció el domingo en Caracas, donde asistió a una cumbre de la izquierda latinoamericana tras permanecer varios días internado en La Habana por una infección aguda, pero no dio detalles de su salud.
Morales, de 57 años, sufre un problema de garganta desde principios de febrero que lo obligó a cancelar su participación en algunos actos públicos y a viajar con urgencia para tratarse en el sistema de salud cubano.
El mandatario intervino en la cumbre de líderes izquierdistas de Latinoamérica y el Caribe agrupados en el bloque conocido como ALBA en la capital venezolana, en momentos en que en Venezuela se conmemora el cuarto aniversario del fallecimiento del ex presidente Hugo Chávez.
“Unidad es la mejor garantía para garantizar nuestras revoluciones”, expresó Morales, visiblemente afónico. Luego de su intervención, el líder se retiró de la cumbre.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, precisó que Morales abandonó la cumbre para continuar con su tratamiento.
“El compañero Evo Morales, como ustedes saben, hizo un alto en sus tratamientos de recuperación avanzada de un virus que lo ha afectado”, agregó Maduro, que presidió la reunión de los líderes de izquierda. “Ojalá repose y descanse, porque Evo no descansa”.
No quedó inmediatamente claro si el presidente de Bolivia regresó a su país o viajó de nuevo a La Habana.
El Gobierno boliviano había anunciado que la infección aguda de Morales está bajo control. Reuters