La calidad del cacao venezolano es reconocida mundialmente y sin embargo, el consumo de chocolate en el país es uno de los más bajos del continente.
Por María Ángela Valbuena / vivaelcacao.com
Según estimaciones de César Guevara, expresidente de la Asociación Nacional de Industriales Procesadores de Cacao (Aprocao), los venezolanos comen entre 300 y 350 gramos de chocolate per cápita al año -el equivalente a diez chocolates Cri Cri de los pequeños-.
Esta cantidad ubica a Venezuela junto a Colombia en la séptima posición en cuanto a consumo en Latinoamérica, según cifras de Euromonitor a diciembre de 2016. En el sexto peldaño está México, con un consumo por persona de medio kilo y en la quinta casilla Perú con 0,7 kilos al año.
Siguen en línea ascendente Argentina con 0,9 kilos per cápita al año, Brasil con 1,4 kilos, Uruguay con 1,6 kilos y Chile encabeza la lista con 1,8 kilos.
Sin cacao no hay chocolate
Las cifras de consumo en Venezuela reflejan sin duda la aguda crisis económica por la que atraviesa el país.
Un sector agrícola deprimido producto de débiles políticas gubernamentales, transporte limitado, falta de repuestos para las maquinarias y escasez de materia prima se juntan, entre otros factores, para que la industria venezolana del cacao tenga la peor productividad del mundo.
En el otro extremo de la cadena de comercialización, el chocolate se ha vuelto un lujo que muy pocos pueden darse, tomando en cuenta que 9,6 millones de venezolanos ingieren dos o menos comidas al día, según la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi), de 2016.
“Basta con preguntar el valor de un chocolate en el mercado y uno se asusta; pero recordemos que el precio del cacao en grano aumentó en un 87% en 2016”, sostiene César Guevara de Aprocao, y agrega que la caída del consumo ese año fue superior al 30%.