Largas colas de compradores se apreciaron este jueves en varios establecimientos comerciales de San Antonio del Táchira para adquirir productos regulados, algunos de los cuales, como la harina de maíz, de la marca Pan, llegaron con nuevo precio de venta al público, publica La Nación.
Muchas personas, que tenían conocimiento de la llegada de artículos de la cesta básica, madrugaron a hacer la fila en las afueras de abastos, bodegas y otros mercados que venden los productos a precio regulado, con la esperanza de poder comprar allí y así ahorrar dinero, ya que en otros sitios dichos rubros tienen precios elevados. Comprar en el comercio de La Parada o Cúcuta, tampoco resulta muy rentable económicamente, por el bajo precio del bolívar con respecto al peso.
Varios establecimientos de San Antonio vendieron harina Pan, mantequilla y mayonesa. En algunos comercios estos productos se vendieron solos y en otros acompañados de leche líquida, verduras o yogur. El kilo de harina de maíz, que costaba 639 bolívares, ahora vale 840 bolívares, mientras que la mezcla de harina de maíz y arroz sigue costando 1.400 bolívares.
También la mayonesa, de 445 gramos, mostró nuevo precio, puesto que en algunos locales este artículo fue vendido a 2.600 bolívares y en otros a 3.008 bolívares.
Los compradores tenían la opción de adquirir la mayonesa o la mantequilla, cuyo costo ya supera los 3.700 bolívares, aunque, si lo quería y alcanzaba el dinero, podía adquirir ambos artículos.
En uno de los principales abastos de la localidad, para comprar los dos paquetes de harina se exigía además adquirir la leche líquida o verduras.
En las afueras de los establecimientos, las colas de compradores eran notables. Por un lado hacían fila las personas de la tercera edad y el por otro los más jóvenes. En algunos supermercados hubo presencia de efectivos de la Guardia Nacional para ordenar el acceso y garantizar el orden, mientras que en otros el mismo personal del comercio se encargó de hacer lo propio. Hubo prioridad en el acceso a personas con discapacidad, enfermos y mujeres embarazadas.
A pesar de las largas filas y la incertidumbre de saber si lograría el objetivo, la gente esperaba con cierta paciencia, pues para el bolsillo es más económico comprar a precio regulado, así deba adquirir otros artículos no tan esenciales, que verse obligado a acudir a los sitios de reventa, donde un paquete de harina ya cuesta entre 3.800 y 4.000 mil bolívares.
La otra opción es comprar en el comercio de la localidad colombiana de La Parada, Villa del Rosario o Cúcuta, departamento Norte de Santander, donde, sin embargo, un kilogramo de harina de maíz cuesta 2.800 pesos, que para el venezolano se convierten en algo más de 3.700 bolívares, como consecuencia de la devaluación de la moneda nacional ante el peso.
Producto de la caída del valor del bolívar, el precio de muchos productos colombianos de la cesta básica prácticamente se equipara al costo que tienen los rubros venezolanos en el mercado de los “bachaqueros”. De allí que algunos consumidores que no logran comprar a precio regulado están optando por repagar los productos venezolanos y evitarse el viaje hasta La Parada o Cúcuta, puesto que el costo de algunos artículos casi es el mismo a uno y otro lado de la frontera.