El gobierno de Trump se movilizó el viernes para barrer los vestigios de la administración Obama y ordenó a 46 abogados de los Estados Unidos que ofrezcan su dimisión inmediatamente – incluyendo a Preet Bharara, el abogado de los Estados Unidos en Manhattan, conocido por haber acusado a los sobrinos de la primera dama de Venezuela Cilia Flores.
Los despidos fueron una sorpresa, dice el New York Times, especialmente para Bharara, fiscal del Distrito Sur de Nueva York, con una reputación por perseguir casos de corrupción pública.
En noviembre Bharara se reunió con Trump en la Torre Trump y dijo a los periodistas luego del encuentro que el mandatario electo le pidió que se quedara, algo que él esperaba hacer.
Sin embargo, el viernes Bharara recibió una llamada de Dana Boente, el vicefiscal general interino, quien le ordenó renunciar, dijo una fuente al New York Times. Un vocero del fiscal declinó hacer comentarios.
Sarah Isgur Flores, vocera del Departamento de Justicia dijo en un email que todos los fiscales de la era Obama que todavía desempeñan su cargo han sido ordenados a presentar su renuncia y dejar encargada la posición a sus asistentes inmediatos, que son funcionarios de carrera.
“Como en anteriores transiciones, muchos de los fiscales de la nación nominados por previos gobiernos han dejado ya el Departamento de Justicia”, dice el email de Flores.
“El Fiscal General ha pedido ahora a los restantes 46 fiscales de la nación nombrados por el presidente anterior que presenten sus renuncias a fin de asegurar una transición uniforme”, agrega la portavoz de Jeff Sessions.
Preet Bharara es uno de los fiscales estadounidenses de mayor prestigio de Estados Unidos, y es conocido como “la plaga de Wall Street” por el número de banqueros que ha procesado.
Bharara, que ha perseguido también a funcionarios electos de Nueva York y de la ONU acusados de corrupción, supervisa a más de 220 fiscales adjuntos, que manejan un gran volumen de casos que incluyen terrorismo internacional, narcotráfico y tráfico de armas, estafas, corrupción en el sector público y crimen organizado.
En relación con América Latina, en 2016 presentó cargos contra el hijo del ex presidente hondureño Porfirio Lobo por vínculos con el narcotráfico, sobre cuya captura escribió en un comunicado: “Ser el hijo de un ex alto cargo público no significa que estés por encima de la ley”.
Fabio Lobo fue acusado de conspirar para importar a los EE.UU. al menos 5 kilos de cocaína y, de ser declarado culpable, podría recibir una pena máxima de cadena perpetua.
El caso de Lobo está vinculado con el llamado caso de los “narcosobrinos”, donde la fiscalía que preside Bharara ascusó de narcotráfico y otros cargos a Efraín Antonio Campos Flores y Francisco Flores de Freitas, sobrinos de Cilia Flores, la esposa del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, quienes fueron detenidos en Haití en 2015 cuando intentaban vender un cargamento de 800 kilos de cocaína, e inmediatamente fueron extraditados a Estados Unidos.
Con información de New York Times y La Voz de América