Tres de las empresas que patrocinan el Boa Esporte, de la Serie B brasileña, anunciaron que rompieron el contrato tras el fichaje del portero Bruno Fernandes, condenado a prisión por el asesinato de su ex novia y que dejó la cárcel recientemente gracias a un recurso judicial, reseñó EFE.
Fernandes fue condenado a 22 años y tres meses de prisión por el asesinato y ocultación de cadáver de su amante, aunque salió de la prisión beneficiado por un recurso judicial el pasado 24 de febrero y el último viernes fue anunciado como nuevo guardameta del Boa Esporte de Varginha.
La empresa de suplementos nutricionales Nutrends Nutrition anunció el sábado en las redes sociales que su directiva decidió romper el contrato de patrocinio con el club tras conocer el fichaje del portero.
Por su parte, la empresa cardiológica Cardiocenter Varginha solicitó que su imagen fuera retirada de la página web del club por no concordar “con la contratación de jugadores que no representan nuestros ideales”.
“Nos oponemos porque consideramos que los jugadores tienen que ser ejemplos de deportistas para los niños y para todos los apasionados por el fútbol”, agregó la compañía en un comunicado.
Poco después, la clínica de resonancia magnética Magsul emitió una nota en la que también pedía la rescisión de su contrato con el equipo.
El principal patrocinador, el grupo Góis & Silva, aseguró que pretende reunirse para “requerir a la directiva su decisión de contratar el portero Bruno” y amenazó en “estudiar cancelar el contrato” si no se atienden sus demandas.
“Como grupo de diversos negocios y personas debemos ser coherentes cuanto a nuestra consciencia social, y atendiendo a tamaña conmoción nacional, haremos una reunión con la directiva del Boa Esporte Clube”, anunció el grupo en una nota.
Según la prensa local, la suministradora de ropa deportiva Kanxa no descarta dejar de fabricar los uniformes del equipo.
Fernandes, de 32 años, firmó un contrato de dos años con el Boa Esporte, del estado de Minas Gerais, y que el año pasado logró el acceso a la categoría de plata del fútbol brasileño tras proclamarse campeón de la Serie C, según anunció el equipo.
Fue preso en agosto de 2010, cuando defendía el Flamengo, el club más popular de Brasil, después de ser apuntado por la policía como principal sospechoso del asesinato de la modelo Eliza Samudio, con quien tuvo un hijo.
Samudio, que reclamaba del futbolista el pago de una pensión para su hijo, desapareció en 2010, a los 25 años, y fue considerada muerta, aunque su cuerpo nunca fue encontrado, en un caso que conmocionó Brasil.
En 2013 Fernandes fue condenado a 22 años y tres meses de prisión por el asesinato y ocultación del cadáver de la modelo.
No obstante, dejó la prisión el pasado 24 de febrero tras recibir la autorización del magistrado de la Corte Suprema Marco Aurélio Mello, quien alegó que el jugador estaba preso desde hacía seis años y siete meses y sin que hubiera sido condenado en segunda instancia, por lo que podía ser liberado y recurrir en libertad a la sentencia.
Formado en el Atlético Mineiro, con el que debutó en la primera división brasileña, jugó también en el Corinthians, aunque logró el éxito y la fama en el Flamengo, con el que ganó el Campeonato Brasileño de 2009 y tres campeonatos cariocas.
Su actuación en el equipo más popular del país le permitió situarse como uno de los mejores porteros del país y era candidato a vestir la casaca de la ‘Canarinha’ en el Mundial de 2014.
Su fichaje causó una gran polémica en las redes sociales y la página web del club fue pirateada el domingo y sustituida por un texto con datos sobre feminicidio y cuestionando la asociación de empresas con el jugador.
El presidente del club, Rone Moraes da Costa, emitió una nota en la que asegura que el Boa Esporte intenta ayudar a “un ser humano” a reintregrarse a la sociedad.
El club “no fue responsable por la liberación y libertad del jugador Bruno, pero el club y su equipo, como empresa y representado por seres humanos, dotada de justicia y legalidad, pueden decir que intentan hacer justicia ayudando un ser humano, y cumplen la legalidad dando trabajo a quien pretende recuperarse”, según da Costa.