La princesa Aiko de Japón, la única hija del príncipe heredero Naruhito y su esposa la princesa Masako, se graduó hoy en la escuela secundaria en Tokio tras los problemas escolares y de salud que han marcado su vida académica.
La nieta del emperador Akihito, de 15 años, ha hecho “muchos buenos amigos” y ha disfrutado de sus tres años de secundaria, afirmó en declaraciones a los medios a su llegada a la ceremonia de graduación en la escuela femenina Gakushuin de la capital japonesa, según la agencia Kyodo.
Aiko acudió acompañada por sus padres junto a los que posó sonriente a las puertas del colegio.
La princesa ha superado el trienio escolar tras los recientes problemas de salud que la mantuvieron ausente de las clases más de un mes a finales del año pasado, siguiendo la recomendación de su médico por la fatiga y la disminución de su fuerza física.
La joven también experimentó problemas escolares cuando cursaba la escuela primaria; durante varios meses entre 2010 y 2011 se ausentó de las lecciones en repetidas ocasiones y tuvo que ser acompañada a clase diariamente por su madre, después de que a la niña le afectara el “comportamiento brusco” de algunos compañeros.
Su madre, Masako, conocida popularmente como la “princesa triste”, sufre desde hace más de una década una depresión que le ha hecho reducir sus apariciones públicas y compromisos oficiales.
Algunos achacan su enfermedad a la rigidez del protocolo imperial y las presiones que soportó para tener un hijo varón que perpetuara la línea sucesoria nipona (las mujeres no pueden acceder al trono).
Aiko asistirá a partir de abril -comienzo del año escolar en Japón- a clases en la escuela superior de Gakushuin.
Con motivo de su graduación, la princesa ha escrito un ensayo en el anuario de su promoción titulado “Un deseo por la paz”, en el que relata cómo una excursión escolar al Parque Memorial de la Paz de Hiroshima, donde se homenajea a las víctimas de la bomba atómica arrojada por EE.UU. en 1945, cambió “drásticamente” su perspectiva.
La visita tuvo lugar en mayo de 2016, dos semanas antes de que el presidente estadounidense Barack Obama se convirtiera en el primer líder en funciones del país norteamericano en visitar la ciudad portuaria y donase varias grullas de papel a su Museo de la Paz. EFE