Señor Superintendente, usted que vela por los precios juntos y el bienestar del pueblo, permítame ayudarlo en su misión. Seguramente, por sus múltiples ocupaciones en otros frentes de lucha, no ha tenido el tiempo ni la oportunidad de poner las cosas en su lugar, porque en caso contrario, estoy seguro, ya lo habría hecho. El país necesita más gente como usted, que vaya y persiga a quien produce y cree en Venezuela ¡Basta de tanto abuso! Usted ha demostrado respeto a la institucionalidad y al grito de “va preso porque me da la gana”, recorre panadería por panadería luchando por la patria. Por eso, en mi intención de ayudar con buenos consejos a quien uno ve le está echando un camión, le presento hoy varias casos que merecerían también su atención.
Usted se sorprenderá si le digo que la cruzada por liberar el pan canilla se quedaría corta delante lo que encontraría si echa un ojo en las más de 500 empresas que hoy día están en manos del Estado, una cifra que representa apenas el 40% del total de industrias expropiaciones en estos dieciocho años, las demás sencillamente no existen más. Es que cuando uno ve el ánimo y el tesón de los soldados del CLAP, que afirman haber duplicado los panes en dos días, uno se pregunta ¿Por no se dan un paseo por Fama de América, Monaca, Lácteos Los Andes, los centrales azucareros y un largo etc. para ver si levantan esa producción con su mística y profesionalismo? Le dejo esa idea allí para que se encargue.
Todos tenemos claro que si alguien sabe de productividad es el gobierno, eso nadie lo puede negar. Por eso es urgente señor superintendente, la inmediata toma de las empresas básicas de Guayana, envíe a su ejército de tumbaestatuas para el sur, los números muestran que estas empresas, motor del desarrollo nacional, están produciendo al 30% de su capacidad desde que asumió el control el fulano “Estado”, que tomando en cuenta su desempeño, debe ser otro enemigo de la revolución. Poco importa si ya están expropiadas, haga un acto y exprópielas otra vez. Seguro estoy que si caen en sus manos, las pondrá a trabajar día y noche, tal cual como usted le ordena a los panaderos.
Otra cosa que me ha estado preocupando estos días y que seguro obedece a un plan para invadirnos, son las interminables colas para echar gasolina. Quizás no lo sabe, pero en las estaciones de servicio la gente espera horas y horas por combustible. Esto en un país petrolero, debe tratarse seguramente de acaparamiento. Usted que es licenciado en combatir las colas, debe tomar cartas en el asunto, no se deben ver carros esperando en la calle, si tiene que construir estacionamientos subterráneos para que la gente espera ¡Hágalo! Pero esa imagen de hoy daña el proceso. No podemos permitir que ninguna empresa se crea más poderosa que el Estado, ordene una investigación para saber quién dirige PDVSA y, de ser necesario, envíelos a la cárcel por crear zozobra en el pueblo y aumentar la sensación de escasez en el país.
También sería bueno fiscalizar y sancionar a quienes administran el agua, la electricidad y la telefónica CANTV. Seguro deben ser capitalistas que aparte de querer matar al pueblo de hambre, lo quieren viviendo en la indigencia, en condiciones deplorables e inhumanas. Tal vez todo se solucione creando otra caja CLAP, usted sabrá cómo hacerlo, con el ingenio que lo caracteriza. Lo importante es que en medio de tanta ineficiencia del capitalismo, tenemos funcionarios como usted que nos dan confianza y esperanza ¡Siga adelante!
Brian Fincheltub
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