La escasez de medicamentos venezolanos esenciales y el alto costo que tienen en Colombia atentan contra la vida de los tachirenses, a quienes les resulta muy difícil encontrarlos o poderlos adquirirlos, así lo expuso la presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio, Isabel Castillo, reseña La Nación.
Calificó de “caótica y en cuidados intensivos” la situación de la salud en la frontera venezolana, porque a su juicio las instituciones hospitalarias no tienen ni los mínimos medicamentos para atender las emergencias de personas infartadas o en un coma diabético, por poner un ejemplo, dijo.
“Hay escasez de los medicamentos esenciales para que una persona pueda vivir, para que un paciente pueda conseguir su pastilla para la diabetes o para los hipertensos. No se consigue ningún antihipertensivo en las farmacias de San Antonio, las personas deben ir a comprarlos en Colombia, a precios altísimos. Por ejemplo, el Benicar, que es un antihipertensivo esencial para el paciente, porque si deja una semana sin tomarlo, corre el riesgo de sufrir un infarto. Aquí se podía conseguir por el orden de los mil bolívares, pero desde hace meses no se consigue, mientras que en Colombia la caja de catorce pastillas cuesta alrededor de 20 mil bolívares, es decir, para comprar las pastillas del mes, la persona tiene que disponer de 40 mil bolívares, casi un salario mínimo”, precisó.
Otro fármaco como el Tamsulon, que se usa para el tratamiento de próstata, antes se podía comprar en Venezuela, en dos mil o tres mil bolívares; sin embargo, la vocera dice que en las farmacias venezolanas no se encuentra, y en Colombia tiene un valor que ronda los 50 mil pesos, que al cambio actual representan más de 64 mil bolívares, monto que muchas personas no disponen.
“La persona común y corriente, la que percibe un salario mínimo. no puede acceder a medicamentos como estos porque, aunque en Colombia se consiguen, no los puede comprar por el alto precio”, recordó.
Asimismo, refirió que en Venezuela los farmaceutas han optado por vender ciertos medicamentos dosificados, por blíster, que no debería ser, pero en vista de la grave situación que hay, los comercializan de esa manera. Reiteró que en el país la atención en salud es precaria porque, aunque puede haber los especialistas, lamentablemente no se cuenta con la primera herramienta, que es el medicamento.
“Estamos haciendo este llamado de atención a los organismos que les compete, como el Ministerio del Poder Popular para la Salud, para que se aboquen de una vez por todas a atender este problema. Además, ante la necesidad existente, las personas se están administrando medicamentos vencidos y al cabo de seis o siete meses de vencido, el fármaco no tiene la misma efectividad. Ese es un problema grave y hay personas que no lo saben. Están consumiendo medicamentos con un año o año y medio de vencidos, y los estudios han demostrado que pierden la efectividad al cabo de seis meses”, sentenció finalmente.