Según el partido de Iglesias, la declaración institucional implicaba “tomar partido” por la oposición venezolana, publica El Mundo de España
ÁLVARO CARVAJAL
@alvaro7carvajal
Podemos bloqueó ayer que el Congreso emitiese una declaración institucional sobre la “grave” situación en Venezuela, que requería la unanimidad de los grupos para ser aprobada, y que también encontró el portazo de ERC. El partido de Pablo Iglesias lo hizo básicamente por tres posicionamientos concretos que venían recogidos en el texto impulsado por el PSOE y respaldado por el PP y Ciudadanos. Eran la exigencia de la liberación de “todos los presos políticos”, la “condena sin paliativos” a la sentencia que anulaba las funciones de la Asamblea Nacional y, tercero, la petición al régimen chavista para que se respete el calendario que permita la celebración de elecciones.
Tres motivos que para Podemos implicaban “tomar posición” por uno de los “bandos” en el conflicto político venezolano, en este caso, por la oposición al régimen de Nicolás Maduro. Pablo Iglesias ha querido justificarse un día después en que dicha declaración era una “irresponsabilidad” y ha sostenido que sólo buscaba dañar a Podemos, utilizando “los asuntos de un país hermano para hacer política en España”.
Fuentes del partido desarrollan algo más esos argumentos y explican que implicaba “echar más leña al fuego” en un momento en el que la principal línea de Podemos es llamar al “diálogo” entre las dos partes. “Era irresponsable y eso no es una política de Estado”, dicen estas fuentes, porque supondría recrudecer el conflicto.
En su intento por frenar la declaración institucional, Podemos presentó un texto alternativo al resto de grupos, mucho más rebajado en el tono y equidistante entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición. Podemos pretendía hacer desaparecer las tres circunstancias mencionadas. Ni una palabra sobre los presos políticos ni nada sobre la anulación de las competencias de la Asamblea Nacional por parte de los tribunales chavistas ni una mención a las elecciones.
Una alternativa equidistante
En cambio, la declaración vetada por Podemos era tajante en esos tres temas, especialmente al exigir la liberación de los presos políticos y al condenar el episodio de la Asamblea Nacional por ser un “intento de destrucción de la separación de poderes” en Venezuela y la “abolición de la más básica de las reglas de un régimen democrático”.
Podemos optaba por pasar por alto los asuntos mencionados y simplemente apostaba por defender el “diálogo urgente” entre las dos partes para solucionar el conflicto, así como a manifestar el “apoyo a los intentos de mediación” existentes, como los promovidos por Unasur, en el que está inmerso el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, o el Vaticano. El texto de Podemos concluía con una defensa genérica de respeto a los derechos humanos y de medidas que promuevan la democracia y el “reencuentro” entre los venezolanos “como única vía para la solución de la grave situación que atraviesa el país”.
Iglesias ha defendido hoy que ese contenido es “mucho más sensato” que el arropado por el PP, PSOE y Ciudadanos y se ha parapetado en que su pretensión era hacer una “cortina de humo para no hablar de la corrupción del PP”.
Santamaría: “Justificar lo injustificable”
La negativa de Podemos ha provocado las quejas del resto de partidos. En la sesión de control al Gobierno, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha lamentado en alusión a Podemos que “algunos se empeñen en justificar lo injustificable”.
Por parte del PSOE, la diputada Soraya Rodríguez ha explicado que intentó consensuar un texto con las modificaciones que “fueran necesarias” pero desde el principio percibieron una acogida “muy negativa” por parte de Podemos y de ERC.
“Lamento que no hayamos conseguido la unanimidad en el Congreso por el veto de Podemos y de ERC, una unanimidad que sí se ha encontrado en toda la comunidad internacional llamando a la calma y al diálogo”, ha asegurado en los pasillos del Congreso, informa Efe.