El partido cristiano de Venezuela Unidad Nosotros Organizados Elegimos (Unidad-NOE) condena de manera categórica los ataques a la Iglesia Católica y a sus representantes, además de la represión y violencia desmedida que se refleja en la actuación de grupos paramilitares y en los cuerpos de seguridad del Estado venezolano, que ha dejado cinco fallecidos: Jairo Ortiz (19) en los Altos Mirandinos estado Miranda; Ricarda de Lourdes González (87) Colinas de Bello Monte en Caracas; Daniel Alejandro Queliz Araca (20), en Valencia estado Carabobo; Miguel Ángel Colmenares (36) y de un menor de 14 años (no identificado) en Barquisimeto estado Lara.
Nota de prensa
Resulta insólito además, el caradurismo del Ministro de Relaciones Interiores; Néstor Reverol, quien se atreve a desmentir al Defensor del Pueblo, Tarek Willim Saab, negando la utilización de Helicópteros pertenecientes a la Policía Nacional Bolivariana para lanzar Bombas Lacrimógenas; cuando toda Venezuela lo ha observado a través de las redes sociales, esta actuación poco responsable resulta detestable e incompatible con el de un oficial con el rango de General de la Fuerza Armada Nacional. Razón por la que acordamos:
Primero: Solicitar a la Asamblea Nacional remitir el expediente de las actuaciones denunciadas; solicitando el Antejuicio de Mérito del Ministro de Relaciones Exteriores ante la Fiscalía General de la República, con el objeto de que las autoridades competentes determinen el grado de responsabilidad de este funcionario en éstos lamentables hechos.
Segundo: Solicitar que una vez agotados los lapsos y trámites para que se haga justicia en este caso y de resultar infructuosas las diligencias para determinar la responsabilidad de los culpables en estos tristes acontecimientos, sea remitido el expediente contentivo de las denuncias ya señaladas ante la Corte Penal Internacional (CPI).
Tercero: Exhortar a las Fuerza Armada Nacional a garantizar y hacer respetar el principio constitucional de la no utilización de gases tóxicos en manifestaciones pacíficas, además del respeto al legítimo derecho a la protesta democrática del pueblo de Venezuela de conformidad con el artículo 68 de la Carta Magna.
Cuarto: Pedir a todos los cristianos del país a mantenerse en oración, solicitando al Dios Supremo y a Jesús, nuestro redentor, que cese la violencia y se haga justicia en Venezuela, teniendo presente que es un deber moral acompañar a nuestro pueblo en su justa lucha por la conquista de la democracia y la libertad de manera pacífica, democrática y sin armas; considerando que amar al prójimo es llorar con los que lloran, sufrir con lo que sufren y acompañar a los que requieren de nuestro apoyo en sus necesidades, fundamentalmente en su sed de justicia. NP.