El Fondo Monetario Internacional (FMI) mostró hoy su preocupación por la “crisis humanitaria” que se presenta en Venezuela debido al fuerte retroceso económico, “en caída libre”, que está experimentando ese país.
EFE
El director del departamento para el continente americano del FMI, Alejandro Werner, mostró hoy su preocupación por el “proceso muy negativo de la economía venezolana” y la “crisis humanitaria” a la que se enfrenta el país latinoamericano más rico en petróleo.
El Informe de Perspectivas Económicas Globales del FMI, presentado esta semana, prevé que Venezuela modere su recesión en 2017 a un -7,4 % de crecimiento y en 2018 al -4,1 %, después de haber perdido un 25 % del producto interior bruto (PIB) en los últimos tres años.
El subdirector del departamento de América del FMI, Robert Rennhack, indicó que pese a la “caída libre” en la que está inmersa la economía venezolana desde hace varios años, no se teme un contagio grande a la región.
Según el economista, no hay fuertes vínculos financieros con Venezuela en el continente y en el ámbito comercial Colombia ha reducido su exposición al país vecino en los últimos años, pese al riesgo de un éxodo masivo de venezolanos por la crisis.
“Venezuela sigue en una profunda crisis económica con hiperinflación, debido a un gran déficit fiscal que ha sido monetizado, con excesivas distorsiones económicas y severas restricciones de productos importados intermedios”, indicó Werner en una publicación en internet.
El FMI prevé que la inflación en Venezuela se mantenga desbocada, con un 720 % este año, cifra que queda empequeñecida con el 2.000 % calculada para 2017.
Por otro lado, Werner subrayó que Latinoamérica, para la que el FMI espera en su conjunto volver al crecimiento en 2017 con un 1,1 %, tiene ejemplos de modelos exitosos como Colombia, Perú o México.
Estas economías han conseguido modelos con estabilidad macroeconómica, inflación contenida, tipos de cambios flexibles, combinados con un sector privado floreciente y programas de lucha contra la pobreza y mejora de los servicios sociales.
Werner consideró que la región aún está inmersa en la búsqueda de un modelo que amplíe la cobertura social en sanidad y educación al tiempo que se abre al sector privado partes de la economía nacional con unos tipos de cambios que permiten ajustarse a crisis globales.
Para el conjunto de la región, el FMI espera una consolidación del crecimiento en el medio plazo, pero por debajo de lo visto en la última década.