La importancia estratégica
Después de los dolorosos pero la mismo tiempo virtuosos momentos que hemos vivido en las últimas semanas de lucha por la libertad en Venezuela, de la oscuridad y los claros de luz, debemos ponderar la importancia estratégica que ha significado para el país el haber escogido la lucha noviolenta y la resistencia civil como métodos de liberación de nuestra nación. Si no hubiese sido así, si no hubiésemos escogido el camino de la sacrificada lucha noviolenta, dada la maldad criminal del chavismo, Venezuela sería ya un baño de sangre, una nación desgarrada y moribunda, un camposanto controlado por la ferocidad homicida de los chavistas.
Gustavo Tovar-Arroyo / @tovarr
No lo es, no lo será. No hay suficientes botas militares ni balas para aplacar el clamor de nuestro pueblo. Ni siquiera los colectivos terroristas podrán.
Seremos libres.
Admirable y admirados
Los radicales lo somos en tanto que intentamos ser personas de principios arraigados, no veletas. Radical viene de raíz y el principio básico –la raíz– de la lucha noviolenta contra una dictadura es la “unidad”. Así de sencillo. Si no hay unidad es difícil obtener movilizaciones masivas y sin éstas las acciones criminales de la dictadura son más eficaces.
Es absolutamente mezquino y ciego –ni siquiera miope, ciego– no reconocer el valor que tiene para Venezuela y para la lucha de la libertad el observar a María Corina Machado, Lilian Tintori, Delsa Solorzano, Mitzy Capriles, Julio Borges, Henrique Capriles, Freddy Guevara, David Smolansky, Henry Ramos Allup, Stalin González, Richard Blanco, entre otros, dando la batalla de la dignidad y de la libertad en las calles “unidos”.
Es admirable que lo hagan con convicción y firmeza, son admirados porque lo hacen. Reconozcamos y atribuyamos valor donde lo hay. Sobre todo en este momento crucial de la resistencia.
Si persiste la mezquindad y las ceguera entre unos cuantos oficiantes del lunatismo opositor, se hace un flaco favor a la maldad chavista. No lo hagamos.
La ignorancia nos acerca a Hugo Chávez.
La conciencia de la lucha no violenta
Seamos radicales, sí; seamos gente de principios, si; pero antes que nada conozcamos cuáles son los principios por los cuales luchamos. Hablar de noviolencia sin saber de ella, hablar de resistencia civil sin conocer sus métodos y sus formas exitosas, es charlatanería (arriba lo llamo lunatismo).
Lo primero que hay que hacer es informarse sobre la lucha noviolenta, leer De la dictadura a la democracia de Gene Sharp, buscar videos en YouTube (hay cientos), nutrirse de información en espacios como canvasopedia.org, observar en cuáles países sus prácticas fueron exitosas y en cuáles no, ¿por qué?, la batalla que libramos en Venezuela antes que nada es una batalla espiritual, de civilidad contra barbarie, de la razón contra la estupidez, y la primera manera de derrotar al chavismo –que representa barbarie y estupidez– es con conciencia, estudiando, averiguando; formándose y formando.
Y, por supuesto, practicando lo que aprendemos como en estos momentos está haciendo la unidad en cuanto a los mecanismos de lucha noviolenta. Dejémonos de pendejadas, luchemos junto a ellos.
¿Quién da lecciones morales?
Juan Requesens: ¡Vuelvan caras!
Ente los líderes políticos de la Unidad que han descollado por su arrojo y valentía, pero sobre todo por la lucidez inspiradora de sus proclamas es Juan Requesens. Ha dado lecciones –entre ellos a mí– de fortaleza y entrega. Le cedo la palabra porque su voz recientemente en la Asamblea Nacional retumba como aquel histórico “¡Vuelvan caras!” de Páez en Las Queseras. Todos tienen que escucharlo y verlo.
Requesens, quien ha sido vilipendiado y golpeado como pocos por defender sus ideas nos dice entre otras cosas en su memorable discurso sobre los colectivos asesinos al servicio de los cubanos y de la dictadura:
“En este país todo el que manifieste por falta de medicamentos o por hambre va a ser atacado por estos grupos que ampara el gobierno nacional. Son grupos armados, no son colectivos nada, son paramilitares, son terroristas, y tienen que ir presos y tienen que ser juzgados, porque están asesinando a Venezuela en todos los estados del país.
A todos esos grupos paramilitares y terroristas, les decimos con la fuerza y la voluntad de un pueblo que nos eligió para representarlos, no hay bala que ustedes tengan que se las da el gobierno, no hay orden que a ustedes les den para asesinar a nuestro pueblo que pueda doblegar a los venezolanos en esta lucha que hemos iniciado por la democracia, por el cambio, en contra del hambre y de la miseria.
Nosotros no vamos a descansar, sépalo toda Venezuela, nos pueden sacar de en medio a nosotros, nos pueden meter presos, nos pueden matar, nos pueden perseguir, pero estemos o no estemos nosotros al frente de esta lucha, este pueblo no regresará a su casa hasta que no conquiste el cambio, la democracia y la libertad que estamos esperando los venezolanos.”
Estrictamente memorable. ¿Quién carajo le da lecciones morales a este venezolano extraordinario?
La astucia
Hemos logrado salir a las calles, hemos logrado también la difícil unidad, las movilizaciones son masivas y constantes, el paso siguiente es la astucia estratégica para alcanzar el ansiado destino: la libertad.
En la lucha noviolenta no se doblega al prójimo, se le transforma. Las recientes manifestaciones de la fiscal Luisa Ortega y del hijo del burócrata Tarek William Saab son parte estratégica del cambio. Vendrán muchas más de estas deserciones morales, muchas más. Algunas serán políticas, otras serán legales y pronto llegarán las militares. Esas deserciones, las militares, tendrán que imponer orden y detener la acción terrorista y asesina de los colectivos asesinos, la dictadura los está usando sólo y exclusivamente para conservar el poder.
Hemos evitado la sangre en Venezuela con la resistencia civil noviolenta, para seguirla evitando el militar tendrá que tomar una decisión crucial, hay que tomarla ya. En la noviolencia el militar también tiene su rol.
¡Vuelvan caras!, los necesitamos.