“Ya basta”, dijo la estrella venezolana de la música clásica Gustavo Dudamel en una carta difundida el jueves en la que pidió al presidente Nicolás Maduro que “rectifique”, tras la muerte de un joven músico en medio de la más reciente ola de protestas antigubernamentales.
El director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles se sumó a un creciente grupo de celebridades que ha reaccionado a las manifestaciones de la oposición, que en el último mes y casi a diario, ha tomado las calles del país para denunciar lo que catalogan como una dictadura.
“Ya basta de desatender el justo clamor de un pueblo sofocado por una intolerable crisis”, escribió Dudamel, quien había sido criticado previamente por la tibieza de sus comentarios.
Su avatar de Twitter se tiñó de negro, y en la imagen de fondo, también de luto, se lee el nombre de Armando Cañizales, de 18 años.
Cañizales, miembro del elogiado sistema de orquestas clásicas del país, murió el miércoles al resultar herido en el cuello cuando las fuerzas de seguridad buscaban dispersar una manifestación en Caracas, y pasó a formar parte de la lista de 36 fallecidos en medio de las jornadas de protesta.
“Hago un llamado urgente al Presidente de la República y al gobierno nacional a que se rectifique y escuche la voz del pueblo venezolano. Los tiempos no pueden estar marcados por la sangre de nuestra gente”, agregó el también director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.
El gobierno socialista, que dice estar investigando las muertes, acusa a los líderes de la oposición de propiciar la violencia para derrocar a Maduro.
El Sistema de Orquestas Venezolano, que provee educación musical a jóvenes de bajos ingresos, también expresó su pesar “por la trágica muerte” del violista e integrante de uno de sus conjuntos municipales.
La petición de Dudamel fue mucho más directa que el llamado que hiciera semanas atrás a “los líderes políticos” para buscar una salida a la crisis del país sudamericano sumido en recesión desde hace tres años, donde la población padece por la escasez de alimentos y medicinas.
Otros compañeros de orquesta del joven músico protestaron por su muerte el jueves en Caracas, al tiempo que los organismos de seguridad dispersaban otras manifestaciones de estudiantes cerca de distintas universidades.
La carta de Dudamel generó rápida controversia en las redes sociales. El usuario @gloribastidas le respondió en Twitter: “Dudamel le compuso un réquiem al régimen”, reseñó Reuters.
A continuación el texto completo:
Mi vida entera la he dedicado a la música y al arte como forma de transformar las sociedades. Levanto mi voz en contra de la violencia y la represión. Nada puede justificar el derramamiento de sangre. Ya basta de desatender el justo clamor de un pueblo sofocado por una intolerable crisis. Históricamente el pueblo venezolano ha sido un pueblo luchador pero jamás violento.
Para que la democracia sea sana debe haber respeto y entendimiento verdadero. La democracia no puede estar construida a la medida de un gobierno particular porque dejaría de ser democracia. El ejercicio democrático implica escuchar la voz de la mayoría, como baluarte último de la verdad social. Ninguna ideología puede ir más allá del bien común. La política se debe hacer desde la consciencia y en el más absoluto respeto a la constitucionalidad, adaptándose a una sociedad joven que, como la venezolana, tiene el derecho a reinventarse y rehacerse en el sano e inobjetable contrapeso democrático.
Los venezolanos están desesperados por su derecho inalienable al bienestar y a la satisfacción de sus más básicas necesidades. Las únicas armas que se le puede entregar a un pueblo son las herramientas para forjar su porvenir: instrumentos musicales, pinceles, libros; en fin, los más altos valores del espíritu humano: el bien, la verdad y la belleza.
Hago un llamado urgente al Presidente de la República y al gobierno nacional a que se rectifique y escuche la voz del pueblo venezolano. Los tiempos no pueden estar marcados por la sangre de nuestra gente. Debemos a nuestros jóvenes un mundo esperanzador, un país en el que se pueda caminar libremente en el disentimiento, en el respeto, en la tolerancia, en el diálogo y en el que los sueños tengan cabida para construir la Venezuela que todos anhelamos.
Es el momento de escuchar a la gente: Ya basta.
–Gustavo Dudamel