Los embajadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) buscarán acercar posiciones sobre la situación en Venezuela en un encuentro informal la próxima semana previo a la reunión de cancilleres convocada para el día 31 de mayo, reseñó EFE.
Así lo anunció el presidente de turno del Consejo Permanente de la OEA, el embajador boliviano Diego Pary, que hizo esta convocatoria en el punto de “otros asuntos” de la reunión ordinaria de este miércoles sobre la misión contra la corrupción en Honduras.
Pary propone, a petición de las naciones caribeñas, que la reunión informal de embajadores se celebre después de la reunión del Consejo de Exteriores de la Comunidad del Caribe (Cofcor) que se celebrará el 18 y 19 de mayo en Barbados.
El encuentro que plantea el embajador boliviano en la OEA para la semana próxima, que será a puerta cerrada, estará abierto a todos los países para “poder buscar un acercamiento respecto” a la reunión de cancilleres sobre Venezuela, ante la que hay notorias divisiones.
No obstante, hoy mismo está prevista una reunión informal abierta a todos los embajadores de la OEA sobre este asunto, pero promovida por algunos de los países promotores de la reunión de cancilleres, como México y Perú, según explicaron hoy a Efe fuentes diplomáticas.
Las reuniones informales no tienen una estructura concreta, son un diálogo abierto entre los países para tratar de alcanzar acuerdos sobre temas muchas veces divisores, como es el caso de la crisis de Venezuela.
La OEA aprobó este lunes por la mínima, los 18 votos que son la mayoría simple, la fecha y lugar de la reunión de consulta de cancilleres sobre la situación de Venezuela: el 31 de mayo en la sede del organismo en Washington.
No se espera que Venezuela acuda al encuentro porque su Gobierno solicitó la salida de la OEA el 28 de abril precisamente ante la convocatoria de esta reunión, a la que se opone frontalmente.
Aunque su retirada no será efectiva hasta 2019, Venezuela ha dejado de acudir a la OEA y ha anunciado que no volverá más.
La propuesta de fecha, presentada por la delegación de México, se aprobó con 18 votos a favor, uno en contra, 13 abstenciones y 2 ausencias, en el segundo Consejo convocado para fijar la fecha, después de que la reunión del 10 de mayo acabara sin consenso.
Los 18 apoyos eran el mínimo necesario (la mayoría simple de los 35 Estados miembros) para que la propuesta saliera adelante, después de días de bloqueo por la falta de acuerdo sobre el día de la reunión y el fondo de la misma, según explicaron a Efe fuentes diplomáticas.
Sin embargo, no será fácil que de la reunión de cancilleres de la OEA salga una conclusión porque toda decisión debe ser aprobada por “mayoría de dos tercios de votos de los países representados” en el encuentro, según su reglamento.
Así, cualquier decisión -por ejemplo, una resolución- deberá contar con dos tercios de los Estados que se acrediten para la reunión, un número que aún se desconoce.