Las atrocidades se suceden a diario, no siempre provocan tal calificación y la condena del ministro. Difícil conseguir antecedentes semejantes de la actuación de la Guardia Nacional al reprimir las manifestaciones. Las imágenes gráficas y los vídeos evidencian la brutalidad y el ensañamiento desplegado por ese componente del estamento militar y por la Policía Nacional. Antiguos defensores de los derechos humanos ahora, desde el gobierno, justifican cínicamente la represión desatada y sus violaciones.
No resulta nada fácil imaginar el desenlace de la crisis, sólo es posible a través del análisis de eventuales escenarios, sin embargo al asignarle probabilidades a alguno de ellos la complejidad no desaparece. La incógnita permanece sin despejar.
Lo cierto es que en todos los escenarios probables está presente un actor cuyo rol resulta decisivo y es la Fuerza Armada Nacional, siempre el estamento militar en nuestro país ha jugado un papel determinante en el desenlace de las crisis política, ahora resulta imprescindible dado el relevante protagonismo que ha cumplido en el actual régimen; tal como reseñamos en nuestro artículo de la pasada semana.
Cuando nos aproximamos al 5 de julio fecha en que tradicionalmente se efectúan la mayoría de los ascensos y los cambios militares, como siempre se acrecientan los rumores, muchos de ellos -como es lógico suponer- provenientes del seno de la institución castrense, necesariamente están asociados a la actual coyuntura y a la percepción que los venezolanos tenemos del comportamiento de sectores de su más alta jerarquía.
En la reciente escalada represiva ha participado ¡ y de que manera! parcialmente uno de sus componentes: la Guardia Nacional, las múltiples denuncias y evidencias sobre su actuación, no necesariamente son compartidas por los otros tres componentes, en especial el más importante de ellos; el ejército. Cuando diversos voceros hablan de “represión militar” los otras tres importantes ramas de las FAN pueden percibir que se les involucra en acciones de las cuales no participan.
En ese contexto pueden explicarse las primeras declaraciones del ministro y Jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO) Vladimir Padrino cuando afirmó: “no quiero ver a un Guardia Nacional cometiendo una atrocidad en la calle” …palabras que podrían ser bien recibidas por el resto de los componentes que no participan de la salvaje acción represiva. Pero que no podían pasar desapercibidas para Maduro y la cúpula gobernante quienes seguramente preocupados por la condena procedieron a señalar su inconveniencia, solo así se explica que sin cumplirse veinte y cuatro horas se produjera una segunda declaración del mismo ministro esta vez afirmando: “ratifico toda mi solidaridad con la Guardia Nacional que con tanta dignidad defiende la patria, siempre fiel al deber”…ubicar el entorno donde se producen para explicar -no justificar- opiniones tan contradictorias y en tan breve lapso, puede dar lugar a interpretaciones benévolas, a un ministro al que la oposición le dio el beneficio de la duda (no por colocarse a su lado) sino porque en oportunidades asumió una conducta institucional, como el día de las elecciones parlamentarias, tal vez sobredimensionado, para posteriormente asumir posturas totalmente antagónicas.
El General no pertenece a los originarios del 4F, no participó del golpe como si algunos de sus compañeros de promoción, su adhesión al oficialismo se produce en los días de abril del 2002 cuando comandó el batallón Bolivar, su prestigio inicialmente obedecía a que siempre estuvo al mando de tropas, principalmente en el Área Metropolitana, ahora está “sobre girado” desde hace varios años debió pasar a retiro. Se comenta que próximamente dejará el servicio activo. Nicolas deshoja la margarita, no le resulta sencillo el reemplazo, tampoco continuar prorrogando el mandato. Sus hombres de mayor confianza y jerarquía están en el componente que menos prestigio tiene por sus actuaciones recientes, la designación de alguno de ellos implica romper una tradición atendiendo a la realidad de la rama decisiva de la FAN. En este campo Maduro también se enfrenta a otros dilemas de difícil resolución.