La tarde caía en la avenida Cuatricentenaria de Valencia. Los manifestantes se disponían a marchar en la esquina del Burger King con pancartas que contenían mensajes antigubernamentales, cruces con los nombres de las victimas de la represión y banderas tricolor, reseña El Carabobeño.
Consignas de libertad retumbaron en cada rincón de la ciudad. Con la voz quebrada, Yamile Saleh, madre del preso político, Lorent Saleh, repudió el asesinato de otro joven venezolano en manos de los cuerpos de seguridad.
La movilización transcurrió en calma. Desde las ventanas de los edificios y casas, se sentía el apoyo a quienes protestaban. Los vecinos se unieron a la marcha con entusiasmo, conforme avanzaba por las principales calles de Prebo y Los Mangos.
Las notas del himno nacional fueron entonadas con euforia al llegar a la esquina del Tijerazo, punto final de la convocatoria. Palabras de fortaleza y aliento colmaron el llamado a oración por una Venezuela mejor.
La avenida Bolívar se iluminó por completo. Velas en honor a los caídos alumbraron la noche para rendir un sentido homenaje a los 75 muertos durante las olas de protestas registradas en el país, a los que consideran héroes.
Una caravana de motorizados en conjunto con la movilización proveniente de El Trigal llegó en medio de aplausos. El ex alcalde de San Diego, Enzo Scarano, lideró la marcha de ese punto que arribó pacíficamente al lugar.
Miembros de la denominada “Resistencia”, a viva voz cantaron una melodía cuya letra señalaba que son libertarios, que luchan por sus hermanos, por la paz y la libertad de la nación.
Un acto de bondad pasó casi desapercibido. Una sexagenaria le regaló unos rosarios a los funcionarios de la Policía Municipal de Valencia, los cuales custodiaban y protegían a los asistentes. Estos abrazaron a la dama en señal de agradecimiento.
La noche transcurrió sin inconvenientes. Los semblantes reflejaban la esperanza, valentía y el anhelo de un país diferente luego de 83 días en las calles.