Human Rights Watch (HRW) aplaudió hoy la salida de prisión del opositor venezolano Leopoldo López y consideró la medida de arresto domiciliario que le fue concedida como un “signo” del impacto que tienen las protestas en la calle.
“Es un signo de que las protestas de calle masivas -junto con los pronunciamientos de líderes democráticos latinoamericanos para que cese la represión- están teniendo un impacto”, dijo en un comunicado el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.
A pesar de que López “no está libre”, Vivanco subrayó que la medida otorgada al opositor este sábado por el Tribunal Supremo venezolano es una “notable capitulación” de un Gobierno que “hace pocos días permitió que matones armados atacaran la Asamblea Nacional y golpearan a legisladores a plena luz del día”.
HRW, con sede en Nueva York, incidió en que López se encuentra bajo arresto domiciliario después de pasar más de tres años en prisión y recordó que “cientos de otros presos políticos siguen detrás de las rejas” en el país sudamericano.
“Líderes a nivel global deben aumentar la presión para que se libere incondicionalmente a todos los presos políticos y se restablezca el orden democrático en Venezuela”, afirmó Vivanco.
López, preso desde 2014 y condenado a casi 14 años de prisión por instigación a la violencia, entre otros delitos, fue liberado esta madrugada de la cárcel militar de Ramo Verde y puesto bajo arresto domiciliario.
La medida se debió a “problemas de salud” del político, según el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, pero sus familiares aseguraron que se encuentra en buen estado de salud.
Venezuela vive desde el 1 de abril una oleada de protestas que ha degenerado en hechos de violencia saldados con 91 muertos y cerca de 1.500 heridos, según datos de la Fiscalía. EFE
Está en casa, pero no libre. La presión internacional para restablecer la democracia debe seguir. Pronunciamiento @hrw sobre @leopoldolopez pic.twitter.com/569SULJdC3
— Human Rights Watch (@hrw_espanol) 8 de julio de 2017