El madurismo es la más grande fábrica de miseria que haya registrado la historia del país. En apenas cuatro años destruyó un tercio de la producción nacional de bienes y servicios. Creó la hiperinflación, la mayor escasez de alimentos y medicinas del mundo, la mayor tasa de criminalidad del planeta, el derrumbe de Pdvsa, de las empresas de Guayana. Llevó a la pobreza al 82% de la nación venezolana. Devino en tiranía, rompiendo el hilo constitucional, y se robó el constitucional referendo revocatorio presidencial y las elecciones regionales de gobernadores.
Pretende imponer una constituyente cubana, sin haber sido aprobada por el pueblo venezolano, que es rechazada por 9 de cada 10 venezolanos.
Tenemos que la legitimidad es la capacidad de un cuerpo social o una institución o una persona de obtener obediencia voluntaria. Es la base del poder.
La nación venezolana organizada ha tomado la decisión de hacer una consulta a la ciudadanía, aprobada además por la Asamblea Nacional.
La consulta en un ejercicio de la soberanía del venezolano, con la clara intención y propósito de dotar de legitimidad a lo consultado. Esa legitimidad hace vinculante para el pueblo participante sus resultados.
Además alinea las expectativas de la oposición mayoritaria, densifica su sentido de cuerpo, empodera sus acciones y plantea el reto definitivo a la camarilla en el poder: ¿quién es el que tiene la legitimidad?
El resultado de la consulta es la decisión soberana de un pueblo, ejerciendo su derecho natural a opinar.
También le enviará un mensaje “alto y claro” a la camarilla en el poder y a quiénes soportan esa institucionalidad espuria sobre el peligro presente y futuro de intentar someter al bravo pueblo venezolano por la fuerza en contra de su voluntad.
El domingo #16JUL todos a manifestar nuestra decisión ciudadana. Es la expresión de un pueblo digno, que con coraje se le planta de frente al latrocinio madurista.
David Morán Bohórquez
Venezolano, con partida -auténtica- de nacimiento