La situación actual de las líneas aéreas nacionales, pudiera considerarse la peor desde que la actividad comercial aérea se inició en nuestro país.
Esto se viene expresando y plasmando en diferentes medios, pero la verdad es que tal vez la gente no está viendo bien, esta situación que nos afecta a todos por igual, como país y como supuesto destino que debería competir interna y externamente.
Las líneas aéreas nativas están bajo un control tarifario que no permite planificar, y muchos menos mejorar el servicio y posibilidades. Afrontan la disyuntiva de seguir volando como se pueda asumiendo medidas duras, o sencillamente colgar los guantes.
Gracias a ese control en las tarifas por parte del gobierno, estas empresas deben recurrir a figuras como vuelos especiales que son cobrados a una tarifa diferente, o incrementar los vuelos internacionales, que si permiten mejores ingresos con los cuales sostenerse y además, soportar la perdida que se genera con los vuelos dentro de Venezuela.
Por ello es que ahora aparecen en la oferta uno que otro nuevo destino internacional, para lograr crear esos ingresos que les menciono. Pero tampoco es que hay una amplísima gama de destinos foráneos, ya que en esos países no es necesariamente sencillo lograr la permisologia, también puede ser que no tienen el espacio en el aeropuerto para recibirlos en un horario decente, o un elemento aún más delicado, que sean destinos a donde no alcancen llegar los antiguos aviones que acá se usan.
En el caso de los vuelos nacionales la situación es más que critica, acentuándose a medida que pasan los días, frente a una eventual desconexión aérea. Desde Caracas habían 10 o 12 vuelos diarios a Maracaibo, hoy en día hay ese mismo número, pero semanal. Hay varios aeropuertos que ya no están recibiendo vuelos, y donde el gobierno ha presionado para que las operaciones se mantengan.
La Isla de Margarita que debería tener verdaderos puentes aéreos los días jueves y viernes por ejemplo, tiene ahora algunos pocos entre los dos días. Y a veces puede ser que haya 3 vuelos de la isla hacia Maiquetía, un domingo.
Las empresas alegan estar recortando dichos vuelos, debido a que deben resguardar la vida útil de los motores, y no vale la pena hacerlo con tarifas reguladas o con baja ocupación.
Esta desaparición de la interconexión aérea local, no es algo reciente, se viene dando paulatinamente, y se ha agudizado ahora. La posibilidad de volar ida por vuelta (mismo día) a una ciudad importante del país, es casi imposible.
Claro está, debido a las manifestaciones e inestabilidad que estamos viendo desde hace más de 100 días, se ha complicado aún más este ajedrez.
Viendo el caso en cifras:
Cantidad de vuelos nacionales por año:
2013: 65.110
2014: 65.595
2015: 50.088
2016: 41.082
Y en lo que va de 2017, la caída supera el 26%, lo que proyectando nos daría unos 30.000 vuelos este año. Es decir, prácticamente la mitad de lo que se volaba solo hace 3 años.
Para que usted tenga una idea del alcance de la perdida que tienen estas empresas al volar dentro de Venezuela, le pongo este caso. Supongamos que se debe hacer un vuelo Caracas-Maracaibo en un avión de 163 pasajeros. Ese vuelo se logra vender al 100% de su capacidad. El costo operativo del mismo es de Bfs. 11.283.493,85 y al volarlo con la tarifa regulada, increíblemente la línea aérea pierde Bfs. 7.998.662,43 por ese vuelo. Solo en el tramo de ida.
Cantidad de pasajeros:
Entre 2007 y 2014 hubo un continuo crecimiento del número de pasajeros volados en el aeropuerto de Maiquetía.
2007: 4.448.814
2014: 7.037.545
2015: 5.736.495
2016: 4.312.550
La caída de 2017 puede llegar a más del 40%, lo que significa que este año volarian algo superior a los 2.5 millones de personas.
La seguridad y la edad:
De mantenerse esta situación esto podría afectar de alguna forma la seguridad. Sin embargo las empresas aéreas aseguran estar cumpliendo con los estándares internacionales, razón por la cual justamente recortan vuelos, para salvaguardar sus equipos.
No es un secreto que la edad promedio (entre 25 a 30 años) de los aviones en Venezuela, ni siquiera se acerca a la de la flota en la región, donde viajan en aviones de última generación, modernos, cómodos y eficientes. Estamos de últimos en este rubro, pero lejos.
Donde está la solución?
- Liberación de la tarifa para otorgar cierto oxigeno
- Otorgamiento de divisas para mantenimiento, entrenamiento y demás
- Acceso a fondos de inversiones u organismos multilaterales, que ayuden con el financiamiento de nuevos equipos.
La guinda del trago:
Conviasa que debería ser la gran línea aérea bandera, no tiene chance de serlo, así quiera. Convertida en escandaloso reducto de corrupción con casos sonados de empleados presos, cantera de bachaqueo aéreo penoso, con gente al frente que no tiene la más mínima idea de cómo se comercializa u opera, tiene cero chance de salvarse de una quiebra, sitio en el cual se encuentra según todo los indicadores. Claro está, es otra empresa del estado manejada por militares.
Reinaldo Pulido
@ReinaldoPulido