Esta semana la Mesa de la Unidad Democrática presentó a la opinión pública nacional e internacional, su Compromiso Unitario para la Gobernabilidad. Uno de los puntos más importantes de este documento es el que señala que: “lo primero en la agenda del próximo gobierno es la aplicación de un Plan de Atención Inmediata a la Crisis Humanitaria, con énfasis en alimentación y salud”.
Nos vamos a referir en este artículo al problema de la alimentación. La crisis que sacude a nuestro país, se genera por la aplicación de un modelo equivocado en el manejo de la economía. A causa de esta política sufrimos de una terrible escasez de los alimentos que por su bajo precio, podría comprar la mayoría de la población y la oferta de alimentos que por su alto costo es imposible que lo adquieran los consumidores.
Ante la grave crisis de escasez y carestía de los alimentos, el Gobierno de Unidad Nacional, con carácter de emergencia, debe ejercer acciones a corto plazo para solventar este problema, que ya se ha convertido en crisis humanitaria y amenaza con degenerar en emergencia humanitaria.
La caída en la producción agrícola interna el pasado año, estimada en un 70%, ha complicado la situación de abastecimiento de materia prima para la producción de alimentos y la oferta de productos de consumo directo para nuestra población. Ya hemos consumido lo producido en 2016 y este año se estima que solo se producirá un 20% de las necesidades de materia prima para la agroindustria.
Ante esta situación, como solución inmediata hemos planteado la apertura de un canal humanitario internacional, que haga posible que llegue la donación de alimentos a los sectores más vulnerables de nuestra población y que estos alimentos donados, por países e instituciones internacionales, sean distribuidos por organizaciones civiles y de la iglesia católica.
Otra solución que hemos planteado es que el Gobierno de Unidad Nacional de prioridad, dentro del compromiso de pago de la deuda pública externa, el pago de la deuda comercial del sector privado, con los proveedores internacionales de materia prima para la producción de alimentos.
Es importante señalar, que esta deuda comercial se contrajo bajo la figura legal de un convenio cambiario, firmado entre el gobierno y la industria privada, convenio que ha sido incumplido por el gobierno, quien se mantiene en cesación de pago con los proveedores internacionales de materia prima para la fabricación de alimentos. La morosidad del gobierno trajo como consecuencia, el cierre del flujo de materia prima importada.
El Gobierno de Unidad Nacional debe realizar operaciones de pasivos, que permitan reducir el perfil de vencimientos de la deuda pública externa, de esta manera se podrá destinar divisas para el pago de la deuda comercial, con los proveedores de materia prima e insumos para la agroindustria. Esta deuda comercial debe también ser parte de la negociación con los acreedores, en el nuevo contexto de los cambios económicos del nuevo gobierno.
Una vez solventada la situación de morosidad del gobierno con los proveedores internacionales, la agroindustria podrá producir alimentos a plena capacidad. Si aumentamos la oferta de alimentos hechos en nuestro país, tendremos un efecto favorable para el consumidor, tanto en el abastecimiento como en los precios de los alimentos. También tendremos ventajas en el ahorro de divisas, ya que por cada dólar invertido en materia prima importada para producir alimentos en nuestro país se ahorran entre cinco a nueve dólares, de acuerdo al producto que elaboremos aquí.
Tema del próximo artículo: Si podemos producir alimentos a corto, mediano y largo plazo con materia prima nacional.
@fernandocaminop