El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró hoy que la oposición le pidió “hace unas semanas” y a través de un emisario internacional que pospusiera la votación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para que sus dirigentes pudieran inscribirse y presentarse a las elecciones.
EFE
“Les dije ‘sí, pero ustedes salen con una declaración donde digan que ustedes quieren participar en la constituyente’ porque yo no voy a ser un loco”, afirmó Maduro, en alusión al descrédito que le supondría aplazar las elecciones a la ANC -previstas para el 30 de julio- y para las que el chavismo ha hecho una intensa campaña.
“Ahí mismo dijeron ‘no, no, no, vamos a dejarlo así, sigamos hablando de los otros temas’ “, agregó el líder chavista, durante una entrevista en el programa “La Hojilla”, de la televisión estatal VTV.
Sobre la identidad del emisario internacional -que según su relato planteó en nombre de la oposición retrasar “dos, tres semanas” las elecciones-, Maduro se limitó a decir que por Venezuela pasan “presidentes, expresidentes, expresidentas” que “traen mensajes”.
El jefe del Estado afirmó asimismo que buscó sin éxito durante “tres semanas y media” en mayo a la oposición para “que se inscribieran en la Constituyente” y participaran en una “batalla democrática” en la que “estaba seguro que le íbamos a dar una pela (paliza)”.
“Llegó un día que llamé por teléfono a varios de ellos, pero me tienen miedo”, agregó.
Maduro dijo además que el Gobierno mantiene una “regular conversación” con la oposición aunque “a ellos les da pena decirlo”, aunque añadió que no iba a dar detalles sobre “dónde, con quién ni cómo” se producen esos contactos.
Venezuela entra mañana en la última semana antes de la elección de la Constituyente, con la oposición decidida a detenerla con una agresiva campaña de protestas y desobediencia civil y el chavismo gobernante preparando a sus bases para la jornada de votación.
La oposición y amplios sectores sociales ven la Constituyente -que debe elaborar una nueva Carta Magna para “fortalecer la revolución” y afianzar el “socialismo del siglo XXI”, según el Gobierno- un intento de consolidar una dictadura por parte del chavismo, que manda en Venezuela desde 1999.
Más de 7,5 millones de personas participaron el domingo pasado en la consulta organizada por la oposición al margen del Gobierno y el Poder Electoral, y un 98 por ciento de los votantes manifestaron su rechazo a este proceso.