Gervis Medina: Venezuela un Estado deletéreo y criminógeno

Gervis Medina: Venezuela un Estado deletéreo y criminógeno

Gervis Medina @gervisdmedina
Gervis Medina @gervisdmedina

 

¡Perdonen mis lectores! No escribo, nada alentador que defina el término de la situación política y económica para el 2017; todo lo contrario, después de investigar y analizar desde el punto de vista antropológico, sociológico y criminológico, la crisis que vive el país, les terminaré aguando el resto del año y las futuras fiestas de navidad y año nuevo, con las siguientes palabras y les confieso ¡no es mi intención!

Por Gervis Medina





Influenciado esta semana, por el periodista Guillermo Cano Isaza, director del diario “El Espectador”, quien hablaba de “una mafia sin corazón y sin alma que disponía de la vida de los colombianos en beneficio de su negocio”. En unos de sus editoriales conseguí uno de sus artículos que me ponen los nervios de punta, cuando él en 1984 visualizó lo que le venía a su país. Y que para mí análisis es lo que estamos viviendo en este momento, del cual me permito citar.

La ira, es más que justificada y no resulta mala consejera cuando ocurren hechos que ofenden a un pueblo e inmisericordemente destruyen sus valores, lo humillan, lo degradan, lo postran, por obra de los que con vileza cínica lo engañaron al pedir sus “votos” en busca de un “poder político” que utilizaron indignamente, con el apoyo de sus cómplices y alcahuetes en “empresas privadas y en los directorios de los partidos políticos”, para delinquir en todas las formas, robando, estafando, cometiendo fraudes inconcebibles, concusión, sobornos; en suma, la lista completa de los atentados contra la propiedad ajena citados en el Código Penal.

No es sencillo, tomar determinaciones e invitar a usurpar de golpe el Poder y el Gobierno. Hay quienes ofrecen un camino llamado “salida democrática”, basado en el crimen, odio muerte y destrucción (véase “la Purga”) mi artículo anterior. Esto es producto de la vesania y locura de una sociedad que se está suicidando, que ha sido corrompida y golpeada en su moral y ética por los Gobiernos que han actuado como un “Estado deletéreo y criminógeno”.

El Estado deletéreo y criminógeno, funciona como delito organizado que genera diferentes modelos de negocios dentro del propio Estado y a su vez, los mecanismos para permitir una aparente legalidad y constitucionalidad de tales ilícitos. Existe una mezcla de cleptocracia, corrupción y narcotráfico. Además considero que éste “Gobierno” ha llevado al “pueblo venezolano” a un axomia de debilidad moral, donde no pueda reclamarle a sus líderes sus faltas morales, porque también las han cometido. Y además justificarlos, como comentarios “ellos roban y dejan robar” o “a mí no me den, pónganme donde Haiga”.

Estos “Estados” son controlados por una pequeña élite que está conformada por familias dominantes o pequeños grupos de poder, que se define como un oligarca con poder político y gran poder económico oculto a través de testaferros, o una mezcla de estos. Usan fondos del Estado para pagar coimas a cambio de apoyos incondicionales de políticos, diputados, medios, periodistas, jueces y similares.

Como vemos, Venezuela es uno de los “Estados Deletéreos y Criminógenos”, donde participar en el gobierno, es una oportunidad para desarrollar negocios con aparente marco de legalidad. En la misma medida que el Gobierno crea la gran oportunidad de generar dinero de forma muy rápida y muy fácil, a través de la distorsión económica y del control de cambio, hace que todo el mundo quiera hacerlo también. Es en este sentido, que éste Gobierno es criminógeno, que promueve la  criminalidad y la desviación del Poder.

Funciona como delito organizado, genera diferentes modelos de negocios con aparente marco de legalidad, dentro del propio Estado y a su vez, los mecanismos para permitir tales ilícitos. En nuestro caso, lo están facilitando porque existe un sistema perverso, que inicia desde los órganos y entes del Estado en todos los niveles de gobierno, pasando por la venia y custodia de funcionarios que resguardan la patria (FANB), policías nacionales, regionales, municipales de investigación y prácticamente el Sistema de Justicia, está desmontado por no existir “Estado de Derecho”; lo que hace imposible que se haga justicia, o por lo menos que se haga justicia en Venezuela.

Este tipo de organización criminal, le ha ganado la guerra a las Instituciones que poco funcionan por casos graves de corrupción, la actuación permisiva del Estado y los excesivos controles en todos los campos de la vida pública llevaron a Venezuela a ocupar el último lugar en el índice de percepción de corrupción de transparencia internacional.

La cultura del “dinero fácil” se impuso en demasiados frentes limpios de nuestro país, y no hablo ¡ya! de un Narco-Estado, sino del maridaje oprobioso del dinero y la política, dentro del marco deletéreo del gobierno, de los directorios de partidos políticos y agrego ahora “los bufetes de abogados del país”; en lo que es, hasta ahora, la cumbre del clientelismo destructor. Una corrupción monstruosa, que denuncio con claridad espantable y con singular valor civil, que marca también un estruendoso contraste con el encubrimiento, la pasividad y el sometimiento de sus inmediatos antecesores, durante cuyos períodos ocurrieron muchos de los hechos aterradores, que ahora enfurecen a los ciudadanos y que me permito decir con claridad, ¡que se robaron a Venezuela!

Gervis Medina
Abogado-Criminólogo