Pensar que la constituyente no iba, era y es un error. La constituyente está en pleno desarrollo, creo que lleva ya mucho tiempo. Sus resultados son más que conocidos. Sólo van a evidenciar los idénticos efectos que en otros países o latitudes han tenido con el sistema de comunas…comunista. Vale acotar que el comunismo toma la figura del estado para crear un monstruo que atenta y destruye instituciones y conceptos vitales para el mundo occidental.
La familia, el individuo, el emprendimiento, la iglesia, entre otros se ven transfigurados a un nuevo lenguaje. Donde prevalece el sometimiento a una autoridad única, que desconoce todo, y obliga a sustituir todo el sistema de ideas. Entre los grandes debates se ve plasmado la sincronía de los eventos. La dosis para cada sociedad la da el tema del tiempo, e l tiempo en política.
La metodología moderna la impusieron Lenin, Stalin y Hitler. La economía no les interesa más que en la medida que el resto del aparato del estado pisa y somete a la sociedad. Pueden buscar en internet. La relación entre destrucción económica e imposición de regímenes autoritarios, tiranías antiguas y modernas es dramáticamente aclaradora.
Por tanto para Venezuela solo existen dos caminos: libertad y tiranía. Luego la pregunta es cómo lograr la libertad. La primera respuesta puede que suene a largo plazo, todo dependen de cómo se vea: abrazarse a los ideales del mundo occidental. Aprender a diferenciar entre un hombre de bien y uno perverso. Tal vez ese sea el tema de fondo: la lucha del mal contra el bien.
Si alguien habla mal de los emprendimientos, tema clave para el sostenimiento de la familia, en el fondo es un tipo muy malo. No importa si es el representante de dios en la tierra. El tipo es malo. Juren por dios que sí. Igual si te dicen que debes habituarte a la tiranía porque los poderes internacionales así lo han determinado. Igual no pueden representar el bien sobre la tierra. No representan a dios ante nuestra humilde mirada de creyentes.
La constituyente ha sido mal comprendida, pero seguirá su curso. También el de la política. La desesperanza y el descontento no son buenos amigos de los gobiernos, y menos si necesitas al soberano para sobrevivir políticamente en el tiempo.
Bladimir Díaz Borges
@bladimirdiaz