El arresto de cuatro funcionarios de la oposición en Venezuela, la remoción de 11 y la orden de detención de cinco, muestra cómo la administración del Presidente Maduro está nuevamente intentando ejercer un control extremo sobre cualquier forma de disidencia, llevando la represión a un nuevo y atemorizante nivel, dijo Amnistía Internacional.
“Al quitar a funcionarios de sus puestos sin ningún motivo legítimo, la administración de Maduro está cruzando una línea muy delicada,” dijo Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“El sistema de justicia nunca debe ser abusado para silenciar a la oposición, en particular contra aquellas personas que fueron elegidas.”
“Primero llegaron por aquellas personas que se manifestaban en las calles, luego por quienes los representan en el sector público. ¿Hasta dónde está el gobierno venezolano dispuesto a llegar para silenciar a quienes piensan diferente? La respuesta es aterradora,” dijo Erika Guevara-Rosas.
“Parece que ganar una elección y ser de un partido opuesto al gobierno es suficiente para llevarte a prisión en Venezuela. Las autoridades deben dejar de intentar silenciar a aquellas personas que no están haciendo más que generar atención a la crisis de derechos humanos que sufre el país.”
“La sugerencia de que una comisión de la verdad establecida por el gobierno puede investigar de forma imparcial los abusos a los derechos humanos que la administración de Maduro niega es, simplemente, absurdo.”