La crisis que sacude a Venezuela ya deja sentir sus efectos en Colombia, donde la situación de ese país se perfila, junto al estreno político de las FARC, como tema obligado de debate en la campaña para la elección presidencial del año entrante, reseña Efe.
Por cuenta de la situación en el vecino país, Colombia presencia la segunda mayor ola migratoria en su historia reciente, la cual anticipa cambios sociales, culturales y hasta políticos, si los aspirantes a la Presidencia o a los comicios legislativos venideros logran capitalizar el caudal electoral de esta comunidad.
Los colombianos elegirán en marzo del próximo año los 102 senadores y 166 representantes a la Cámara baja y meses después votarán por el sucesor del presidente Juan Manuel Santos, cuyo mandato concluye el 7 de agosto de 2018.
“Esto va a afectar las próximas elecciones en Colombia”, dijo a Efe el investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario Ronal Rodríguez sobre la migración desde el vecino país.
Según las autoridades migratorias, ese tráfico de personas se estima entre 300.000 y 350.000 personas que ingresaron en los últimos siete años “con vocación de permanencia”.
Rodríguez puntualizó que esta es “la segunda vez en la historia” que Colombia “tiene una migración de estas dimensiones”, después de la sirio-libanesa que se dio entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Fuentes de Migración Colombia dijeron a Efe que mientras la migración entre el país y el resto del mundo ha crecido a un ritmo del 11 % cada año, con Venezuela la variación es tradicionalmente de entre el 13 % y el 15 %, e incluso esta nación vecina se mantuvo hasta hace poco como el segundo destino preferido por los colombianos.
Y para ilustrar el peso de esta nueva migración, Rodríguez se preguntó qué pasaría si los venezolanos con doble nacionalidad “encuentran un representante, un congresista e incluso un candidato presidencial que empiece a canalizar” su potencial electoral, aunque advirtió del peligro de que esta comunidad sea “instrumentalizada”.
En el primer debate que reunió a doce de los precandidatos a la Presidencia este jueves en Cartagena quedó en evidencia que Venezuela no será ajena de las discusiones.
La exministra Marta Lucía Ramírez le recriminó al exalcalde de Bogotá Gustavo Petro (izquierda) su silencio “cuando matan jóvenes en Venezuela”, y él respondió que se solidariza con las familias de ellos y con los “5.000 jóvenes que mataron en Colombia” y vistieron de guerrilleros para dar “una apariencia de victoria”, en alusión a las ejecuciones extrajudiciales conocidas como “falsos positivos”.
Pero más allá del debate, Rodríguez no descarta que si un colombo-venezolano se lanza al Congreso logre una plaza, ya que “claramente tiene el caudal electoral”.
Entretanto, la migración sigue al frente de las preocupaciones para el Gobierno de Santos, que intenta mantener la maltrecha relación con su homólogo, Nicolás Maduro, -quien lo ha tildado de “vasallo” del imperio-, mientras ensaya fórmulas para garantizar los derechos de quienes ingresan desde Venezuela.
En los últimos años, las poblaciones fronterizas colombianas se han convertido en despensa para decenas de personas que diariamente llegan a comprar medicamentos y víveres que escasean en Venezuela, pero también en la puerta de entrada para quienes esperan establecer en el país o de muchos en tránsito hacia otros destinos.
Según Migración, en el último mes el flujo de personas que cruzó diariamente los siete puntos fronterizos fue de cerca de 36.000 ciudadanos que ingresaron y 34.000 que salieron.
Venezolanos, colombo-venezolanos y muchos colombianos que en las últimas cuatro décadas viajaron al vecino país animados por la bonanza petrolera o en busca de refugio por el conflicto armado engrosan las estadísticas de esta migración que poco a poco empieza a hacerse notar.
Restaurantes que ofrecen las arepas típicas venezolanas o cadenas de almacenes nacidas en ese país se han ganado un espacio en la sociedad colombiana, donde el Gobierno ha redoblado sus llamados a acoger a estas persona y evitar la xenofobia.
El propio director general de Migración Colombia, Christian Krüger, señaló el pasado 28 de julio que la venezolana es actualmente “la principal nacionalidad extranjera en el país”, a la vez que recordó que en años pasados el flujo era contrario y fueron “más de un millón de colombianos los que vivieron en Venezuela”.
Laura Barros/EFE