14 años y cuatro meses de injusta condena cumplió el comisario Marco Hurtado, funcionario de la Policía Metropolitana, sentenciado a 16 años y 8 meses de prisión por los sucesos del 11 de Abril de 2002. El no estuvo en el sitio de los acontecimientos, pero está preso y además es víctima de denegación de justicia.
Nota de prensa
Este jueves el comisario cumplió 51 años de edad, en su celda en Ramo Verde. Desde los 37 años no está con su familia, acusado por el delito de homicidio frustrado en perjuicio de Erasmo Sánchez y Rudy Urbano Duque, quienes murieron por disparos de fusil en Puente Llaguno y en el portón de la Cancillería, en la avenida Baralt. Hurtado estaba asignado a la zona del Calvario junto a 30 funcionarios más, para resguardar la comisaría Urdaneta, amenazada de toma por parte de motorizados oficialistas.
Se le condenó a 16 años y 8 meses de prisión por portar un fusil M16 y y un revólver 357 del parque de armas de la PM, que nunca fueron disparados. Y, en caso de haber sido accionados, como lo demostró la defensa, era imposible que desde El Calvario hubiese podido herir a las dos personas que estaban en la avenida Baralt.
El comisario Marco Hurtado ya ha cumplido el tiempo necesario en prisión para optar a las Medidas Alternativas al Cumplimiento de la Pena contempladas en el Código Orgánico Procesal Penal, el mismo por el cual fue condenado.
Una de esas medida, la redención de la pena por horas de estudio y trabajo, que se contabilizan a razón de un día conmutado por cada dos estudiado o trabajado, ya otorgan a Hurtado la libertad desde hace 7 meses por lo que cumplió ese tiempo privado ilegítimamente de la libertad, lo cual constituye no sólo una violación del COOP, sino denegación de justicia.
Junto a Hurtado pagan condena en Ramo Verde el cabo primero Arube Pérez Salazar, condenado a 17 años y 10 meses; el inspector Héctor Rovaín, el distinguido Luis Molina y el agente Erasmo Bolívar, estos últimos sentenciados a 30 años de prisión, pese a que todas las experticias demostraron su inocencia