Alexei Ulyukayev el primer ministro ruso que ha sido detenido desde la caída de la Unión Soviética, compareció el miércoles a un tribunal de Moscú en la primera audiencia de un juicio por acusaciones de haber solicitado un soborno a la mayor compañía petrolera del país, reseña The Moscow Times
Por lapatilla.com
El ex ministro de Desarrollo Económico ha estado bajo arresto domiciliario desde su detención en la oscuridad de la noche del pasado mes de noviembre después de que presuntamente exigió 2 millones de dólares para aprobar la compra de la petrolera Bashnef por el gigante petrolero estatal ruso Rosneft. Se enfrenta a hasta 15 años de prisión.
Ulyukayev, que sirvió como ministro durante tres años hasta su detención en 2016, es acusado de aceptar un soborno por dos millones de dólares (1.7 millones de euros) a cambio de su permiso para que la mayor compañía rusa, la estatal Rosneft, comprara a una rival controlada por el Estado, Bashneft.
Antes de dar el visto bueno, Ulyukayev se había opuesto públicamente a la compra al considerar que la práctica era monopolística y que el hecho de que una empresa estatal comprara otra no suponía ninguna privatización.
El ex ministro sostuvo ante el tribunal que el director ejecutivo de Rosneft, Igor Sechin, desde hace mucho tiempo aliado de Putin, le tendió una trampa al llamarlo a la oficina de Rosneft y entregarle el dinero.
Además, la entrega del dinero fue planeada por el servicio secreto FSB, afirmó Ulyukayev, según la agencia de noticias Tass. “Sechin me llamó con el pretexto de debatir cuestiones de la compañía y me persuadió de que yo viniera a Rosneft, donde me dio el dinero”, dijo Ulyukayev al tribunal.
La acusación, al contrario, sostiene que el ex ministro había reclamado el dinero durante una cumbre de economías emergentes en la India en octubre de 2016.
Es la primera vez en la historia moderna de Rusia que un ex miembro de gobierno de tan alto rango tiene que enfrentarse a la Justicia. De ser condenado podría enfrentarse a una pena de 15 años de prisión.
Ulyakayev está bajo arresto domiciliario desde noviembre de 2016. Está previsto que el juicio se reanude el 1 de septiembre.
Una encuesta publicada por una firma de sondeos estatal poco después de la detención reveló que la mayoría de los rusos creían que el caso era resultado de una lucha de poder en los más alto niveles del gobierno.